Los
latidos de la tierra
(Al volcán submarino
del Hierro)
Con
un halo de misterio,
Del
mar emergen burbujas,
Del
agitado silencio,
Al
raudo fulgor de brujas.
Ruge Vomitando fuego,
Con
erupción implacable,
Segrega
aroma de azufre,
Al
surcar el magma, el aire.
Océano incandescente,
Fuego abrasa sus entrañas,
Estruendo
apasionado,
Friccionan
placas extrañas.
Pasión, fuego, resplandor,
Lava
fluye agitada,
Mortero
sepulta el mar,
Los
sedimentos se fraguan.
Soplo de vida sublime,
Aliento
a espacio inerte,
Tiniebla
que lo redime,
Pariendo
islote fuerte.
Copyright © 16/2012/11609
Luis Alvarez Lencero BIS.
ResponderEliminarMuy bonita la poesía. Te fluyen con una facilidad bárbara.
ResponderEliminarHay que ser muy sensible para sacar de la nada una poesia.
ResponderEliminarEva Rocha
No es del todo cierto y en los próximos dias te demostraré que "nada nunca es nada". Gracias Eva
EliminarLos versos fluyen como la lava de un volcan.
ResponderEliminarEL LABRADOR.
ResponderEliminarLas campanas al alba
repicando en el cielo,
te invitan a levantarte
al acostarse los luceros.
Te levantas, un día más
con el cuerpo dolorido,
de las huellas del arado
que descansar no has podido.
Un pedazo de mendrugo
te espera en el desayuno,
para empezar el camino
camino de tu destino.
Es el final del camino
un azadón en la mano,
sufriendo corona de sal
sudando tu cuerpo agachado
Triste destino y penoso
el que tiene el labrador,
por haber nacido pobre
y bajop el yugo de un "señor"