Eras tú

Eras tú

Era del amor la esencia,

la reclamo y la revivo,

el sabor de aquellos labios,

embriagaba mis sentidos.

 

Qué tiempos aquellos,

de inocencia y picardía,

ay, cuando yo le decía:

 

Eres la voz del amor,

eres música y canción.

eres mi tierra y mi cielo,

eres desamor y anhelo,

eres locura y pasión.

 

Eres ola que arrebata,

eres rayo de esperanza.

eres la imagen del alba,

fuente que nutre mi alma.

 

Éramos libres para soñar y volar,

era tan bella criatura,

que a veces me pregunto:

¿Qué fueron de aquellos labios?

que mostraban el paraíso,

cada vez que nos besamos.

 

Me siento feliz,

cuando te recuerdo a ti,

sonriendo al pasado,

y ese polvo enamorado,

me da aliento de vida.

 

Ilusiones de la mente,

en mi pupila cautiva,

de ese azul de la alborada,

esa luz enamorada,

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Las emociones secretas

Las emociones secretas

Sin rumbo, soñando voy,

por horizontes ardientes,

con cuerpos incandescentes,

de alas de amor fugaz.

 

Siento el corazón del viento,

latir en mi corazón,

un millón de sentimientos,

tocados por la pasión.

 

Aquella estrella nocturna,

me ofrece su calor,

con los labios encendidos,

en latente tentación.

 

Sueño que excita e impulsa,

su vibrante desnudez,

insomne, busco sus besos,

sus encantos de mujer.

 

El gozo de sus excesos,

semillero de placer,

la luz de la aurora llevo,

tatuado en mi piel.

 

Me atormenta despertar,

como triste marioneta,

y luego no recordar,

mis emociones secretas.

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Fantasía

Fantasía

Escribiendo este poema

sucedió, que una palabra,

que no rimaba con nada

se arrojaba del poema

a un vaso lleno de agua.

 

Y en ese vaso bullía,

esperando que algún día

un desnudo pensamiento,

bebiera de su silencio.

 

Imagino que así fue,

en la humedad de su piel,

encuentro la inspiración,

la fantasía se abre paso,

con encendido temblor.

 

Sueño con sus caricias de agua,

de su boca angelical,

veo como sus alas

se despliegan como soles,

cuando me inundan sus labios

del amor de los amores.

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Tarde otoñal

Tarde otoñal

Cansado el sol de brillar,

sobre un árbol solitario,

con su alma ensangrentada,

y sus hojas de sudario.

 

Siente que su savia verde,

se está poniendo amarilla,

y la ventisca otoñal,

le hace temer por su vida.

 

La tarde se deshace,

en la candente brasa,

con opulentos matices,

se desploman las palabras.

 

El mundo del ocaso,

va apoyado en el silencio,

para poder caminar,

con ese afán soñoliento.

 

Aquella tarde otoñal,

sentí la vida correr,

hacia una tierra extraña,

donde los cuerpos dan flores,

disfrazados de fantasmas.

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La luz dichosa

La luz dichosa

Distraída, se precipita,

sin advertir que no tiene alas,

luego reacciona y pide ayuda,

me elevo con el placer

de escalar sus altas cumbres,

y detener la caída,

que conduce a las tinieblas.

 

Al fin rescatada,

estreché su cintura,

bajo aquel cielo apagado,

para abrasarme con su calentura.

 

Entre nuestros cuerpos

sucede algo…

Volamos por el espacio,

entre nubes de algodón,

mientras su alma sonríe,

insinuándose, muero de amor

por ella, y su ente se despliega,

en palpitantes acordes,

un estremecimiento cristalino,

y  una luminosa llama,

de un fuego que no se apaga.

 

Puedo vivir una vida así,

porque estoy dentro de ella,

mientras me vacío,

mi nombre es un torbellino

sobre la luz dichosa.

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La penúltima etapa

La penúltima etapa

Cada día estoy más convencido, que cada nueva etapa de la vida, es una aventura hacia lo desconocido.

Aunque sepas el camino y hasta dónde quieres llegar, momentos de luces y sombras siempre lo vas a encontrar.

Y eso es tan atractivo que no puedes evitar, dar vueltas a los recuerdos, buceando en el fondo de la memoria.

Por mi cabeza pasan tantas imágenes que con mi mente viajo tiempo atrás, en una magnitud fugaz para los seres vivos pero no para mi pensamiento que puede rememorar hechos reales y otros no tanto y estirar sin límites el tiempo.

En esta nueva etapa de mi vida, me fijo en cosas que antes las miraba sin verlas, de igual modo cuando el crepúsculo se enciende, el día muere cargado de emoción y vienen a mi mente imágenes paradas u olvidadas en un pliegue del cerebro.

Son como cumbres que antes no las pude escalar pero ahora conozco el secreto para hacer realidad mis sueños.

Me pregunto qué es lo que realmente me hace feliz, lo pienso y…, hay muchas pequeñas cosas, breves momentos de la vida donde la felicidad escribe lo que siente tu corazón.

Es algo único poder sentir como te envuelve una corriente de entusiasmo que fluye por todo tu cuerpo y el brillo de tus ojos muestra ese color inconfundible de la dicha.

En esas cumbres que ahora escalo, sé que voy a encontrar aquello que  había olvidado que el verdadero objetivo en la vida no es alcanzar su cima o su meta, el verdadero objetivo es vivir.

Hace mucho tiempo que no me lo planteaba pero he decidido dejarme llevar…

Erguido en la cresta la vida, con alas de cóndor, mi cuerpo vibra de dicha, grito porque siento que la sangre de mi vivir, huele a vacaciones, a verano en la playa, a paseos con amigos y con familiares, a noches de lluvias de estrellas, a gloria soberana.

En esta penúltima etapa de la vida sino has coronado todas las cumbres,  date por muerto.

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Amor del que no se ve

Amor del que no se ve

 

Si yo pudiera desvelar el misterio del amor,

aplacaría mi sed,

porque mi deseo es preguntar lo que nadie sabe,

ni tiene porque saberse, es propiedad de dos amantes.

 

Créanme con toda fidelidad,

Si tú me preguntas ¿Por qué la quiero?

Te diría porque desde que la conocí, la sueño, la deseo, la amo.

 

Pero suponte que esa mujer no está conmigo.

Entonces te diría, que creo saber todo de ella…,

se refugia en mí y su luz inocente llena a mi alma de dicha.

Y aunque pienses que pueda no tener sentido,

para mí sí que lo tiene.

 

Ella sueña con mi amor pero evita decirlo,

sé que vendrá como todas las noches,

porque brilla en lo oscuro,

la veo avanzar lentamente hasta pegarse a mi cuerpo,

me envuelve en sus movimientos,

empapados de besos que embriaga mi alma,

se junta y no se separa, como dos sombras hermanas.

 

Mañana será otro día de vida disimulada,

de amor del que no se ve,

pero que refleja el alma.

 

Autor: Nico Pozón Requejo 06.11.2025

  

Noche de boda

Noche de boda

Aquella noche de boda,

y en aquel lecho de rosas,

vi a la mujer más hermosa,

bajo la noche estrellada.

 

Me dirigió una mirada,

llena de dulce fragancia

esparciendo su luz blanca,

hasta el fondo de mi ser.

 

Llena mi alma de dicha,

y hasta me hace sonreír,

la miro y me hace sentir,

una ilusión verdadera.

 

Torbellinos de colores,

mirando a la virgen luna,

en sus brazos me acuna,

y su aroma me embelesa.

 

Ya no tengo duda alguna,

que con un amante sueña,

no hay estrellas como ella,

logrando lo que se empeña.

 

Arde en su lecho nupcial

un frenético agitar,

su sombra sobre la mía,

un gemido prisionero,

 

Entre ardientes suspiros,

que encienden la luz del alma,

en ese campo furtivo,

de placeres y de lágrimas.

 

Se marchó al amanecer,

sin explicación alguna,

se iba de luna de miel,

con tal majestuosidad,

que nunca podré expresar.

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