Quien tiene una mala idea al prójimo zarandea Aquel imberbe gusano tuvo una
terrible idea. Se felicitó por tan monstruoso pensamiento y de forma inmediata
la dejó volar a otros parajes para que anidase en la mente de voraces polluelos
con sed de gloria. Y así sin más, en cada mente se
aloja con novedad, creándole una visión que los hace levitar de emoción,
callarlo era preceptivo, y así a nadie alterar. Que imaginas que puede pasar si
ante los ojos de las gentes, ofreces algo envuelto en salvaje atracción, pues
que te habrás ganado al gentío. Poco a poco se ven atrapados, y
crece el placer de la aventura, pero pronto se pelean y surge el dolor. Rotos por dentro y presos de la
más terrible angustia, quedan convertidos en guiñapos para servir de gusanos
rastreros a su nuevo amo. Las ideas brillantes aunque sean
malvadas, nacen para el instante, con poca claridad, con mucho boato y una
sombra de verdad. Atraen con
desesperado consuelo, a aquellos gusanos que resbalan en sus propios miedos. Quien
tiene una mala idea al prójimo zarandea. Copyright © RTPI – 16/2022/3061 |
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