Floreció la
luna roja
Floreció
la luna roja,
en
la cabeza del muerto,
por
deseo celestial,
ese
ojo de coral,
fue
tatuado,
en
la flor del pensamiento.
Beben
mariposas negras,
del
oasis del infierno,
peces
rojos las devoran,
con
mandíbulas de acero….
Ay,
desvelada vida,
deshilada
por el tiempo,
por
qué tu amor se conjuga,
con
lágrimas, hasta el último destello.
Aunque
me asuste versar,
tu
vida ha sido una llama,
a
la sombra de la mía,
ni
el silencio la separa.
La
luna se pone roja,
con
los amores del alba,
y
le pregunta:
¿Cómo
amas a ese cuerpo,
si
ya es carne extenuada?
Copyright © RTPI – 16/2022/3061
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