Del tronco del corazón Cuando
el otoño es el alma del corazón la
vida se deshoja y el tiempo la devora, y
el ocaso no verá jamás su aurora.
Si
sientes en propia carne, que
has perdido la ilusión, verás
cómo caen las hojas, del
tronco del corazón
Cuando
la vida se apaga, nada
se olvida, en
el silencio sonoro, el
espíritu reclama, el
éxtasis de la llama que
da luz a la otra vida.
Los
ojos vacíos del alba, tienen
un aire familiar, son
de un amante cauteloso, que
a una joven cenicienta, dio
calabazas en la cima del altar
Sueño
aún con aquel rostro, que
palpitaba de frío, con
el dolor de la ausencia, y
con el traje sombrío.
Belleza
triste y desnuda, con
la muerte al caer, diosa
de labios jugosos, como
el almíbar, compartía
besos intensos para
apagarse después. Copyright © RTPI – 16/2021/953
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En tus magníficos versos has dibujado madurez, con extrema desnudez y exquisita sensibilidad.
ResponderEliminarFelicidades y un gran abrazo
Cuando el otoño nos desoja, nuestro espíritu busca un lugar bendito donde afincarse, un paraíso que nos devuelva a la vida…, y en tu poema he encontrado unos versos que tienen mucho que ver con este concepto.
ResponderEliminarCuando la vida se apaga,
nada se olvida,
en el silencio sonoro
el espíritu reclama,
el éxtasis de la llama
que da luz a la otra vida.
Un abrazo
deshoja...
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