No todos los días son fiestas pero
hoy me siento vivo, abro las alas al viento como
si fuera un domingo.
Hoy
para mí sí que es fiesta, una
bendición de Dios, he
sentido que me hablas, escuchando
al corazón.
No
todos los días son fiestas, en
tus ojos y en los míos, bajo
el cielo serpentea, un
sol que muere de frío.
Tener
el alma de un niño hoy
para mí la quisiera, amaría
la ignorancia, que
florece en primavera.
Hoy
es fiesta, porque tú estás, deslumbrante
como un ángel, para
sacarte a bailar, pegados
al horizonte, y
amarte en la inmensidad. Copyright © RTPI 16/2020/1580 |
Está clarísimo que todos los días no son fiestas. Pero hay días que estamos, más predispuestas a disfrutar de todo lo que el mundo nos ofrezca.
ResponderEliminarUn abrazo