La polilla 
Mientras
el universo duerme 
sobre
los mares de pétalos de brisa, 
tus
ojos dos halos de luz incandescentes, 
atraen
como la miel a una polilla. 
  
¡Qué
hermosa eres!, ¡como tú no hay nada!, 
le
dijo la polilla enamorada, 
y
de forma mágica, 
le
sacudió un temblor. 
  
Entonces
todo se desvaneció, 
mientras
el amor crecía y crecía, 
¿de
dónde surgió aquel dulce esplendor 
si
nunca sus las alas posó? 
  
Allí
donde el silencio llora, 
bañado
en arrebol, 
que
dulce es sucumbir, 
cuando
florece el sol. 
  
A
quién mejor que a ti, 
puedo
ofrecer mi vida, 
como
postrera ilusión de enamorada, 
si
solo soy una polilla. 
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Me gusta el tema. Tus versos trasmiten tanta luz que atraen como a polillas.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Tus versos son atrayentes y de un dulce esplendor que hasta las polillas encuentran el paraíso como postrera ilusión.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Muy brillante
ResponderEliminarTe felicito
Una entrada super interesante el amor sabe a gloria cuando para conseguirlo le ofreces la vida, como la polilla.
ResponderEliminarFelicidades
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