Ella se llamaba luna
Y
brillaba para mí,
iluminando
rincones,
inventando
ilusiones
a
mi corazón febril.
Y
sucedió que yo era un templo en ruinas,
antes
de haber sido amado,
el
fantasma de la esquina,
con
sueños de enamorado.
Hasta
que la conocí,
en
un baile misterioso
aquella
noche de abril,
subida
a lomos del gozo.
Ella
se llamaba luna,
la
miro y resplandecía,
y
en las noches estrelladas,
me
recitaba poesía.
En
una esquina del cielo,
a
una mirada suya,
cayó
mi rubor al suelo,
y
la noche quedó muda.
Copyright © RTPI 16/2019/1187
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Bajo la luz de la luna los amantes se dicen cosas tan bellas, que el amor fluye, el corazón se agita y alma suspira.
ResponderEliminarFelicidades y un fuerte abrazo
Es tan maravilloso ver brillar la luna en tu poesía que me quedo mirando al cielo y esa belleza y ese amor está lleno de magia, romanticismo y fantasía.
ResponderEliminarMuy buena poesía
Te felicito
A la luz de la luna disfruto leyendo tus poesías, tus versos, tus palabras, vienen del corazón del alma.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Me encanta el poema. Majestuoso, la luna resplandece entre todas las estrellas.
ResponderEliminarBonita luna.