Frédéric Bazille
Era dulce y atrayente
Era
dulce y atrayente,
y
era tal su simetría,
que
vivía en su mente,
para
verla cada día.
Era
flor de la hermosura,
el
capricho de los hombres,
resaltando
su figura,
su
hechizo no tiene nombre.
Yo
la amaba, sin sentido ni razón,
el
fuego de su sonrisa,
prendía
en mi corazón,
y
danzaba en la dicha.
La
belleza que la habita,
un
encendido placer,
sueños
que impulsan y excitan,
a
un glorioso amanecer.
Cuando
crepúsculo ciega los sentidos,
buscando
la ilusión de un beso ardiente.
cuando
los enamorados quedan rendidos,
a
sus encantos, al placer que el alma siente.
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16/2018/1470
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Me parece tan hermoso que no tengo palabras para describir este lindo poema
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Me encanta, es tan bonito que hechiza con su lectura.
ResponderEliminarFelicidades
Marilú