El mar de la inclemencia
Estaba el mar ardoroso,
con olas serenas de fugaz anhelo,
soplaba un viento gozoso,
y el mar se abrazaba al cielo.
¡Bendito
día!
el
mar rebosaba de alegría,
ceñido
a ella como las hiedras,
tratando
de convencerla.
Estoy
varado, en el azul de tu ausencia
esperando
impaciente,
tú
divina presencia,
sobre
el oleaje complaciente.
Le
he robado los ojos al sol,
para
admirar tu belleza
espero
que el ciego amor,
a
la sombra resplandezca.
Soy
un soñador,
soñando
siento que todo lo vivo
y
en el mar de la inclemencia, vi
tempestades
de amor,
y
la vía láctea volcada sobre ti.
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16/2018/1470
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Crear sobre los acontecimientos, es un arte poético, luego se espera impaciente que resplandezcan los versos para salir victorioso de ese mar inclemente.
ResponderEliminarMe ha encantado
Cuando se escribe con el corazón el poema da sus frutos..
ResponderEliminarTe felicito
Marilú