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El demonio está con ella
Era un espíritu con una vida infinita,
volvió con alma de mujer,
su cuerpo era de una decisiva perfección
su perfil seductor.
Para regocijo de los hombres,
su majestuosa figura,
era licor de embeleso,
de emociones y tormentos.
De uno y mil sentimientos,
a sus pies caían rendidos,
los humanos conocidos,
errante aroma del tiempo.
Los afamados pintores,
se inclinaban como sauces,
para captar su atención
y pedirle que le hiciese el honor,
De posar para sus cuadros
para crear bellas diosas,
y darle aliento de vida,
con pasiones encendidas.
Tan amada, tan hermosa,
cual serpiente sinuosa,
su amor no tenía espera,
eran mentes prisioneras
No regreses nunca a mí,
radiante y bella doncella,
yo puedo vivir sin ti,
-el demonio está con ella-
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16/2018/1470
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martes, 21 de mayo de 2019
El demonio está con ella
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Un poema muy romántico. Vaga sin cesar por la majestuosa figura de una mujer deseada, con los hombres a sus pies un demonio de mujer. Me agrada porque es tan auténtico que priman los dotes de persuasión por encima de todo
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Tu poema es muy hermoso, radiante como una diosa.
ResponderEliminarUn placer leerte