Mirando al mar
Pasó
una joven con un cuerpo,
donde
saltaban sus pechos,
un
regalo fugaz de su hermosura,
no
hay físico que te iguale, criatura.
Su
insaciable juventud palpita,
con
esplendor inocente,
aún
mi fantasía medita,
al
ver la silueta de un sol naciente.
Aurora
de ardiente colores,
de
dichas y amores,
de
fuego radiante,
¿quién
te arrebato tu dulce semblante?
Qué
triste es el ocaso,
con
los latidos gastados,
en
un corazón descalzo,
donde
la escarcha ha cuajado.
Tu
pasado resplandor,
iluminó
tu hermosura,
y
a todos nos sorprendió,
sus
lágrimas de amargura.
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16/2017/3421
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Preciosa entrada Nico:
ResponderEliminarMe ha encantado!!! como me gusta entrar y encontrarme regalos como este.
Felicidades y un fuerte abrazo
Sorprenden el realismo de tus versos, pintaste de maravilla a esa bella criatura de insaciable juventud.
ResponderEliminarGenio y figura
Un abrazo
MARILÚ
Mirando al mar contemplo la alegría de vivir y recuerdo aquellos momentos de pasión de aquel verano cuando encontré a mi primer amor.
ResponderEliminarEnhorabuena
Me gustó leerte