Cuando
yo muera me ausentaré de ti,
pero
jamás dejaré de quererte,
diciendo
esto mi cuerpo dejó de sentir,
un
suspiro mortal y en silencio se fue.
Con
tu aroma grabada,
en
mí pensamiento,
entonces
un vacío se hizo a mí alrededor,
y
mi corazón habló con tu corazón.
No
te desespere nacimos para morir,
hoy
hemos salido a recorrer las calles del cielo,
aquí
siempre es de día, nunca imaginé
que
pudiera hacerlo sin tu compañía.
Tú
resiste ahí todo lo que puedas,
y
no tengas miedo,
porque
yo estaré esperándote siempre,
en
la vía muerta del cielo.
Te
extraño tanto…
nunca
pensé que la distancia sideral
me
aislara de ti.
En
los primeros días de mi muerte,
me
mantuve unido a ti, tú no lo percibías
pero
nuestras alma volaban juntas,
siguen
enamoradas como siempre.
Luego
ocurrió algo muy extraño,
con
solo cerrar los ojos,
estaba
a miles de kilómetros de tu lado,
entiendo
el dolor en toda su dimensión.
Sigo
recordando lo mágico que era besarte,
y
lo feliz que fui a tu lado,
el
tiempo se detenía a nuestro paso,
nuestro
amor era tan fuerte,
que
solo la muerte logró separarnos.
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16/2018/1470
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Un poema apasionante, logra penetrar en lo más profundo del alma, allí donde late el corazón y el espíritu solo encuentra amor y deseo.
ResponderEliminarFelicidades y un fuerte abrazo
Muy emocionante, te ha salido un poema redondo. Engancha esta revelación, tu resiste mi amor y no tengas miedo cuando la muerte llegue, mi alma irá a buscarte a la vía muerta del cielo.
ResponderEliminarMuy logrado sencillamente genial
Besos
Marilú
Tu poesía es muy hermosa, es de amor de color rosa, cuando hay felicidad todo es claridad.
ResponderEliminarUn gran abrazo
Muy agradecido por vuestros comentarios y celebro que os haya agradado.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte