El fuego del otoño
Amanece
ocre el día,
ese
aire de nostalgia
lleno
de melancolía,
que
va extendiendo su magia.
Una
fuerte campanada,
va
deshojando el otoño,
¡Ay!
tu alma ensangrentada,
la
devoran los madroños.
Sin
verte te siento,
tan
sutil como la nada,
con
voz clara y sin aliento,
se
desnuda la alborada
Hoy
soñé contigo
volvía
el fuego del otoño,
por
las calles desiertas de tus pupilas,
¡cuánta
belleza en tu corazón dorado!
El
otoño que mora,
cobijado
en tu pecho
en
su última aurora
ha
dormido en mi lecho.
Pienso
poner remedio a mi fantasía,
el
otoño es adicto al enamoramiento,
ese
abúlico embeleso que lo guía,
tiene
poder y energía y acaricia mis adentros.
Copyright © RTPI 16/2018/1470
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Abro mis ventanas para contemplar el otoño dorado que deshoja a tus versos, unas imágenes sorprendes y bellísimas que incendian el horizonte.
ResponderEliminarUn abrazo
El otoño que nos pinta es deslumbrante, una fuerte campanada que ensimisma a las miradas y desnuda a la alborada.
ResponderEliminarFelicidades y un fuerte abrazo.
Sorprenden tus versos recreando un otoño en cada estrofa.
ResponderEliminarTe felicito, leerte es un placer
Un poema precioso. Un otoño con mucha pasión, puedo sentir como se deshoja el corazón y nos debilita, hay que buscar sabia nueva.
ResponderEliminarUn abrazo
Marilú