Nace
con la sed que reina en el desierto,
sonríe
al nómada cuando está a su vera,
creció
cuando sus ramas han muerto,
las
ráfagas de viento se las llevan.
Su
tronco un cohete de áspera cadera,
que
busca el sol desde su copa verde,
en
sus cicatrices cuajó la primavera,
cerrando
las heridas que su savia pierde.
El
viento la retuerce hasta batirse en duelo,
los
abanicos mueven su trenzada cabellera,
se
dobla y se lanza hacia la luz del cielo,
despeñando
al vendaval por la ladera.
Venas
inertes en sus palmas lleva,
desde
que en oriente comenzó la huida,
ofrenda
de amor que al cielo eleva,
marcando
los anillos de su larga vida.
Como
vaivén de olas que buscan su destino,
su
cuerpo se inclina inventando un lazo,
entregando
sus frutos genuinos,
que
cogen de sus ramas con cálidos abrazos.
Eres
signo de vida y de grandeza,
de
espejismos de tierra que no ha muerto,
de
agua, vegetación de exótica belleza,
oasis
de palmeras en contra del desierto.
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16/2014/2333
Me ha gustado mucho tu poesía son de las que dejan huella, olvidamos con frecuencia esos lugares de ensueños, exóticos, espectaculares, rodeados de infinidad de palmeras que muestran al caminante un lugar único para descansar.
ResponderEliminarBellísima poesía
Felicidades
Cuando leo una poesía como esta me evado y busco una aventura entre palmeras, un oasis donde reine el amor y la fantasía y encuentre alegría, ternura y cariño.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso
Tú que de las palmeras del desierto haces llover esos versos con encantadoras rimas, entre sed, nómadas, oasis fluye esa unión genuina.
ResponderEliminarUn saludo
Un precioso poema para que se luzcan las palmeras bellas y grandes, como ellas son, buscando la sombra en el cielo de tus versos.
ResponderEliminarUn abrazo amigo
En la poesía echas mano de la fantasía y de la magia del desierto de un corazón sensible de palmeras alrededor de un oasis cantándole al nómada estos maravillosos versos.
ResponderEliminarBesos
Gracias a las palmeras los desiertos se achican y al oasis le da vida estos versos:
ResponderEliminarEres signo de vida y de grandeza,
de espejismos de tierra que no ha muerto,
de agua, vegetación de exótica belleza,
oasis de palmeras en contra del desierto.
Un enorme placer.
Las palmeras son como las mariposas de la buena suerte para el nómada del desierto si las ve su vida se pone en movimiento.
ResponderEliminarMuy……….bonita
Felicidades
Mi abuelo hizo la mili en Sidi Igni y se enamoró de las palmeras y del oasis, decía que eran lugares perfecto para descansar, de una belleza extrema, y por las noches era impresionante ver las estrellas parecía que las tocaban con las manos.
ResponderEliminarVeías en él la cara de alegría cuando nos hablaba del desierto.
Hoy me has recordado a mi abuelo con esta bella poesía y eso no tiene precio.
Un abrazo
Para mí sería una experiencia visual estelar estar en el desierto con unos amigos entorno a un oasis rodeado de palmeras y con la bóveda celestial alumbrándonos. “ Una gozada”.
ResponderEliminarYo creo Nico que es muy duro ser nómada, y el instinto de supervivencia les dice que ver una palmera en el desierto es encontrar el manantial de la vida.
ResponderEliminarPara ellos la palmera = a vida.
Bessosss
Puedo decirte que he leído mucho sobre el desierto y es muy difícil adaptarse al medio, para vencer su aridez, ( es tierra de Tuaregs y Beduinos), pero quiero resaltar que la palmera es la reina del paraíso de dunas.
ResponderEliminarBonita entrada Nico
Un saludo
Tu poema nos hace vivir en pleno desierto rodeado de esas palmeras que:
ResponderEliminarEl viento la retuerce hasta batirse en duelo,
los abanicos mueven su trenzada cabellera,
se dobla y se lanza hacia la luz del cielo,
despeñando al vendaval por la ladera.
El ingenio te sobra
y las felicitaciones no te van a faltar
Es muy fácil perderse en el desierto por eso te pido agudeza visual para que encuentres el camino que nos lleve a tus poesías.
ResponderEliminarMe gusta lo que escribes
Tu poesía está rodeada de palmeras de pensamientos y visiones en el oasis de la esperanza para quitar el hambre con sus dátiles divinos y que las penas se diluyan con el agua.
ResponderEliminarPreciosa que tengas un bonito fin de semana.
Tus versos beben de la esencia de la palmera y han sabido captar sus detalles más sutiles.
ResponderEliminarExcelente poema
Este es un buen poema.
ResponderEliminarGracias por poner poesías tan bellas como esta, me haces disfrutar mucho, Vuelvo a mis orígenes”.
ResponderEliminarKissssss
Solo dejo el comentario para decirte que las versos que escribes son muy hermosos y con mucho sentido.
ResponderEliminarUn saludo
Solo decirte que he leído el poema. Mis sensaciones son que te has dejado llevar por lo exótico y lo espectacular:
ResponderEliminarDesde que en oriente comenzó la huida,
ofrenda de amor que al cielo eleva,
marcando los anillos de su larga vida.
Te dejo un abrazo
No quiero ser pesada sobre este poema no puedo decir más de lo que se ha dicho, lo que si quiero que sepas es que tu blog me encanta es variado e interesante.
ResponderEliminarBesos
He disfrutado de la palmera y de la pasión que le pones a los versos.
ResponderEliminarUn beso muy grande.
Me gusta la palmera los dátiles y la poesía.
ResponderEliminarBonito poema, Nico,mira que nos puede decir poca cosa a un profano en la materia poética, una palmera en el huerto del desierto, pero tú le has sabido dar vida y hasta un bonito aire romántico de ese antojado oasis.Tomy
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