Cuna
del fulgor, ninfas del fuego,
Dardo
de amor que penetra el tesoro,
Poderoso
Zeus, lluvia de oro,
Semilla
que germina a Dios.
Oráculo
de dioses rendidos por flaquezas,
Sucumben
a Venus, la diosa del amor,
Cuerpo
celestial de seductora belleza,
Esclavos
de su lecho y sin honor.
Después
del resplandor llegó el ocaso,
Ahora
lágrimas al sol,
En
otro tiempo derrochaban ira,
Ahora
se apagan envejecidos y olvidados.
Tristes
deidades se alzan al cielo,
Como
espectros sin vidas, muertos,
Suspiros
de estrella con brillo incierto,
Éxodos
de ángeles en desconcierto.
Ídolos
de barro, polvo de viento,
Colosales
estatuas de un dios hambriento,
Delirio
eterno,
Almas
en pena en el averno.
Copyright © 16/2012/1160
Para los griego en su momento los dioses era motivo de alegría y felicidad después fue motivo de tristeza y dolor ...... frente al mundanal ruido de políticos y ambiciosos adláteres que sucumben al vil metal y a la flaquezas del prójimo.
ResponderEliminarBonita poesía. Te atreves con todo
Generación de dioses con un futuro brillante, esclavos de los vicios y el deshonor, más o menos como ahora pero mas fuerte.
ResponderEliminarColosal la poesía
Hoy día hay muchos dioses sueltos pero no venden como antes.
ResponderEliminarAntes estaban en el Olimpo, hoy son más terrenales, pero con los mismos vicios.
Poesía con música celestial.
Cuídate
Me alegro mucho de leerte de nuevo , hermoso poema crítico y reflexivo.
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