Apunta
el ciprés al cielo,
Suplica
gracia divina,
La
nube presta su velo,
Da
un paso atrás y se inclina.
A
su lado una higuera,
Torcida,
rugosa y fea,
Muchos
años de pelea,
Con
la dichosa chumbera.
Fuertes
ráfagas de viento,
La
higuera extiende sus brazos,
Las
hojas sufren de veras,
No
quiere esos abrazos,
De
espinas de la chumbera.
Mira
el ciprés a la higuera,
Tomaban
el sol sus ramas,
Espera
a la primavera,
Que
los retoños proclaman.
De
este valle del silencio,
Tierra
de fúnebre manto,
Vuelan
las almas oscuras,
Al
florecer el campo santo.
También
voló la tristeza,
Por
doquier algarabía,
La
estación de la belleza,
Cataratas
de alegría.
La
chumbera se asombra,
Sonríe
el ciprés a la higuera,
Compañera
de su sombra,
De
su sombra compañera.
Copyright © 16/2013/1907
Excelente.... Y el verso De este valle de silencio... al florecer el campo santo. Colosal
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