Germinaste
en mi cabeza,
Después
de sembrar cizaña,
Una
auténtica proeza,
Para
recoger migrañas.
Triste
tarde que se apaga,
Sonrío,
con alegre tristeza,
Ese
dolor que se agrava,
Ya
no me siento con fuerza.
Noche
de tinieblas,
De
invisibles fantasmas,
Las
sienes me tiemblan,
Disparan
migrañas.
Pánico,
angustia, temor,
Ondas
locas de dolor,
Que
se llevan la alegría,
Rozando
la depresión.
Aún
me siento con fuerza,
Para
declarar la guerra,
A
dolores de cabeza,
Aunque
me pida clemencia,
Congelaré
su existencia,
Un
velo de condolencia,
Condenando
su violencia.
Copyright © 16/2013/1907
Me encanta la poesía y el mensaje que nos das de ánimo a las que padecemos dolores de cabeza,
ResponderEliminarHay que levantarse y luchar con fuerza y coraje.
Absolutamente genial
Bea
Solo tres palabras: Auténtica, ingeniosa y perspicaz.
ResponderEliminarLamentables jaquecas, no por problemas sino por todo lo contrario, que requieren el tratamiento que tú muy bien lo describes.
ResponderEliminarQue pasen rapido los malos ratos y que sigas deleitandonos con tu ingenio.
ResponderEliminarQue la fuerza te acompañe para que sigas deleitándonos con tus razonadas y bellas poesías.
ResponderEliminarUn abrazo