La gallina rosa
Decía
el gallo:
Resisto
con valentía,
enamora
mi canción,
al
amanecer el día.
Después
del canto, el amor,
el
amor es viva llama,
que
en los ojos de ellas arde,
sus
miradas me reclaman.
Temblando
estoy,
y
es que la gallina rosa,
me
hace hablar de muchas cosas,
del
ritmo de las pisadas,
pone
en mi pecho sus alas,
y
hace que gaste mis fuerzas,
en
un trabajo gozoso,
hasta
que mi corazón dice basta.
Pero
al mismo tiempo,
me
invade la tristeza,
meditando
con mis alas,
por
detrás de la cabeza…
He
llegado a la conclusión que
la
gallina rosa me mira con ojos
de
alta traición…
Fue
un día de oscura niebla,
la
ardiente gallina rosa,
con
su gallo durmiente,
a
la luz de la luna,
con
otro gallo se acuna.
Al
venir el día, el gallo
agitó
sus alas, sus plumas febriles,
del
color de la vergüenza,
hundió
su pico en la cresta
de
la linda y venturosa, gallina rosa,
le
hizo pagar la afrenta,
y
ya sin fuerza, un dulce gemido,
de
júbilo y rabia cayó rendido.
Copyright © RTPI – 16/2024/2824
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