Un deseo que no cesa

Un deseo que no cesa

Un deseo que no cesa:

¡Que el año nuevo sea mejor,

que el año que nos deja!

 

Pero antes la Noche Vieja

la noche del olvido,

la frontera que nos separa,

para asomarse a lo desconocido.

 

Cuando el reloj agota el día,

y al cantar el gallo,

de su fría ceniza,

nace un nuevo año.

 

Instantes llenos de magia,

que su aparición presagia.

¡Brindar y bailar,

que corra el champán!

 

Dejad las lágrimas atrás,

compartir la alegría de lo

que está por llegar.

No sabemos lo que nos

deparará el destino,

ni los baches del camino.

 

¡Brindemos¡

¡brindemos una vez más¡

ahora por la esperanza,

ella nos dará la fuerza

y también la confianza,

para alcanzar la felicidad.

 

Autor: Nico Pozón Requejo

 

 

 

Volando el tiempo nos lleva

Volando el tiempo nos lleva

El tiempo pasa volando,

volando el tiempo nos lleva,

sin que nadie le repruebe,

¿por qué me quiere llevar,

si no quiero que me lleve?

 

El tiempo siempre está joven,

por el no pasan los años,

cuando nos ve las arrugas,

abandona el rebaño.

 

El tiempo pregunta al tiempo,

¿qué cosas debo saber?

y el tiempo le contesta:

“La ignorancia, es una cosa,

que no se puede aprender”.

 

Como una estrella dormida,

la vida pasa volando,

aquella piel tan lozana,

se arruga con el peso de los años.

 

El día se ha vuelto oscuro,

cuando más claro lucía,

decir que el tiempo se acaba,

es una burla suprema,

es una triste agonía.

 

Volando el tiempo nos lleva,

con el paso de los años,

hoy eres la luz del alba,

y mañana un extraño.

Copyright © RTPI – 16/2024/2824

 

Feliz Navidad

 

FELIZ NAVIDAD

Os deseos unas felices fiestas llenas de momentos inolvidables junto a vuestros seres queridos.

Y que el año que viene 2025 os resulte mejor que este que vamos dejando atrás.

Y también que gocéis de buena salud y por último que amor, la paz y la felicidad reinen en el planeta Tierra.

Un fuerte abrazo

Eco de mi ayer

Eco de mi ayer

Las hojas del otoño vuelven a caer,

como estrellas soñadas en la noche,

y abandonadas con la luz del amanecer.

 

Se oyen cantos, arriba en lo más alto,

donde nacen las nubes por olas,

ahora, se pone tierno el campo,

viendo llorar al río que nos lleva,

a la infernal morada de las tinieblas.

 

Aún calientes las cenizas,

el espíritu vuela con un vivir que sueña,

en esa claridad desierta,

al otro lado del túnel.

 

Escucho tu voz como un lejano eco,

vuelvo a la nada de mi pensamiento,

un mar de dudas que vaga por mi espíritu,

intento descifrar lo desconocido,

pero me falta la confianza del padre.

 

Ahora pertenezco a lo invisible,

sin embargo los recuerdos del pasado,

pueblan mi horizonte, y es que aún no se

y no consigo entender, porque el huésped

que se cobija en mí ser, es un eco de mi ayer.

Copyright © RTPI – 16/2024/2824

Mis indefinidos versos

Mis indefinidos versos

Sé que con tu amor voy a quemarme,

pero el fuego del deseo me eleva,

hasta el último peldaño,

de tu radiante incandescencia.

 

Solo cuando el amor brilla,

allá en lo más alto,

ambiciono unos brazos,

tendidos en el aire,

que me estrechen a tu cintura,

 

Después de besarnos a escondidas,

fluye la ciega pasión,

y esa locura amor,

consume la fiebre mía.

 

En vertical se desploma.

mi alma con tus aromas,

sus destellos se abren paso,

y sus alas misteriosas,

toman forma en tu regazo.

 

Y es la luz tan íntima,

de tu divino cuerpo,

alumbrado la cueva,

que al gozo se entrega

hasta quedar sin aliento,

 

Y desde esa altura

mis indefinidos versos,

como canes satisfechos,

en tu corazón se esconden,

cuando la noche se apaga.

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Besos alados

Besos alados

Arrebáteme con tus besos alados,

que a mi boca llegaron,

con alas de amor,

en sinfónica mañana,

que trinaba un ruiseñor.

 

Te veo bellísima,

en este espacio de ensueño,

donde palabras amantes,

se deshacen,

bajo el poder de los besos.

 

Acerco mis labios a los tuyos,

y se abren esperando el beso,

un instante de infinito anhelo,

sentí mi alma temblar,

inmortalizando el recuerdo.

 

Cuando pienso en ti, te tengo,

aunque sea como un milagro,

se que ha pasado el tiempo.

de aquellos besos alados

 

Placeres resucitados,

bajo la luna de ayer,

la vida se siente hermosa,

mientras que tenga a mi diosa,

brillando al amanecer.

Copyright © RTPI – 16/2024/2824

 

Vuela impaciente el amor

Vuela impaciente el amor

Volando, volando voy,

con alucinantes alas,

la consonancia del viento,

hace doblar las campanas.

 

Tanto vértigo me daba,

que suplicaba a otros brazos,

que juraban que me amaban,

¿Qué será de mi mañana?

 

Soñando me preguntaba,

pero no hubo respuesta.

He mantenido tanto tiempo

los ojos abiertos,

que quedé exhausto.

 

La luz de la noche planeaba,

sobre mi triste forma,

abandonada,

sobre el ayer amante.

 

Los ojos se me van,

pensando en ausente,

y como un río extraviado,

en gozo se despeña.

 

Fue entonces,

cuando sentí, un tierno beso,

de la luciérnaga de la noche,

antes de desaparecer, bajo

el mágico giño de la luz del alba.

 

Vuela impaciente el amor,

en un paraíso vivo,

un día vendrás por mí,

para llevarme contigo.

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Bajo la luz de las sombras

Bajo la luz de las sombras

Bajo la luz de las sombras,

no florece casi nada,

una claridad desierta,

mueve los hilos del alba.

 

De repente,

ráfagas de espeso viento,

zozobran en mi pensamiento,

de un hemisferio al otro,

las palabras se desbordan,

tejiendo vocablos huecos,

en mi secreta memoria.

 

El ansia por escribir,

alimenta a los fantasmas,

la noche me viene a herir,

vestida de blanca flor,

con una risa que pasma.

 

Devuélveme a la luz,

¡tu alma ya está madura!,

con su delicados brazos,

me coge por la cintura.

 

De mí nunca se separa,

tengo el alma prisionera,

siento que estoy soñando,

que eres tú mi carcelera.

 

Bajo la luz de las sombras,

se nubla mi pensamiento,

porque dejo de soñar,

y el sueño es su elemento.

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Mi pensante cabeza

Mi pensante cabeza

Es mi pensante cabeza,

inmune al desaliento,

aunque no encuentre palabras,

que ordenen mis pensamientos.

 

De la infancia,

solo me queda un eco lejano,

en la fría caverna,

donde los espacios en blanco,

al pensamiento gobiernan.

 

Amnesia destilan mis versos,

el amor a la intemperie, se cuela,

entre las flores de primavera,

y los acordes del viento,

un respiro emocional

para mi pobre intelecto.

 

Como un pájaro ausente,

en la penumbra de un árbol,

tal vez sin recuerdos,

de que el bosque está dormido,

dentro del vocabulario.

 

En mi pensante cabeza,

se empiezan a oír lamentos,

ya no encuentra las palabras,

que ordenen mis pensamientos.

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Aquel amor que no olvido

Aquel amor que no olvido

¿Qué será de aquel amor,

que no consigo olvidar?,

y aunque ha pasado el tiempo,

siempre vive en mi recuerdo.

 

Ella la reina suprema,

del mundo que yo viví,

ensueño de días felices,

en mi etapa juvenil.

 

Embriagaba mis sentidos,

de fresco y nuevo encanto,

cobijando lo prohibido,

con la dicha del abrazo.

 

¿Qué fue de aquel amor?

mi fuente de inspiración,

ilusiones de la mente,

que se tornan en dolor.

 

Dolor que ennoblece el misterio,

vibraciones que buscan su mirada,

sobre las huellas del tiempo,

se evaporan las palabras.

 

Cuando abro mi memoria,

una pregunta me asalta,

¿qué será de ella, cuando

no encienda su luz la mañana?.

 

Su imagen de luz,

derretida por dentro,

y un crepúsculo azul,

va apagando las auroras,

cuando rompen en su cuerpo.

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