| Dibujo de Rafael Pérez
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La vejez
Me ha llegado la vejez,
no me resigno a perder,
la ansiada juventud,
la anhelante primavera,
que día a día el otoño desnuda,
hasta que la amnesia estalla,
enajenando mi alma.
Comprendo a cualquiera de vosotros,
que olvide lo que tiene que decir,
¿no veis que sufro?
la sombra de la ignorancia
va ocultando mi sentir.
La vida se vuelve bruma,
mientras la espuma avanza,
por la ladera de un libro,
sus hojas vuelan, sin esperanza.
Imagina lo que puede suceder,
si al mirarte a los ojos,
no me hablase tu mirada,
no sé el nombre de las cosas,
el crepúsculo me atrapa.
No me miréis como aquel
que está vencido,
por los años consumido,
el amor está en el alma,
crea presencia,
arrancando de la nada,
para alcanzar esos labios,
que en la niñez me embrujaban.
Copyright © RTPI – 16/2023/1053 |
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