Versos al aire

Versos al aire

Tienen razón los que dicen:

Hay una llama de sabiduría en cada palabra,

y sin embargo, nunca sabremos nada,

si uno no escucha las palabras del otro.

 

Todo se derrumba,

cuando los silencios hablan,

al contemplar, la dosis de amor

infiltrado en mi memoria.

 

La zozobra se desata,

para sembrar confusión,

entre tus labios y los míos,

palabras expresivas,

para morderlas como frutas.

 

Me pareces la mujer perfecta,

tienes cuerpo de diosa,

para trepar por tu anatomía

y ver tus ojitos de estrella,

que llaman poesía, donde me inspiro yo.

 

Y son tus pupilas las que

traicionan a mis pensamientos

corrompiendo mi memoria,

y soy obsceno porque escribo,

lo que tus instintos me pronuncian.

 

Versos al aire, pecaminosos…

En tus músculos vulvares,

se abrió un espacio para satisfacer al amor

que busca en el verbo de tu carne.

Copyright © RTPI –M – 006470/2021

 

 

A pleno pulmón

 

A pleno pulmón

Gritaba a pleno pulmón,

he perdido la memoria,

y los ecos del silencio,

eran aves migratorias.

 

Sus más íntimos secretos,

en el limbo de la gloria.

y en su amoratado pecho,

la angustia se vuelve euforia.

 

Qué fácil es dejarse llevar

por un canjilón de noria,

buscando el aire fresco,

en su rueda mortuoria.

 

Como un suicida, que no teme al miedo

se deshace de su sombra helada,

lleno de rabia y de odio,

despierta en la madrugada.

 

Grita a pleno pulmón

el día que tú me quieras,

me arrancaré el corazón

me robaste la sonrisa

sin dejarme un adiós…

Copyright © RTPI –M – 006470/2021

 

Asesores

Asesores

En un lugar muy secreto,

del oasis de un desierto,

se cultivan asesores,

es como un huerto endiosado,

con almas de mil colores.

 

Sembrados aquí y allá,

para que no se corrompan,

no penséis en la codicia,

de querer luz y no sombra.

 

En el infinito cielo,

hace la luna de lámpara,

la tierra pinta de azul,

los asesores naranja.

 

Nos embriagan los sentidos,

atravesando miradas,

hay noches en que se ocultan,

entre antorchas plateadas

 

Sin experiencia ninguna,

va discurriendo el agua,

dejando mis pechos secos,

hasta que colman sus ansias,

ahora somos los esclavos

de los príncipes del alba.

 

Cuando madura la vida,

el intelecto descansa,

los señores de la guerra,

se pavonean de la estirpe de su raza,

asesores son los frutos,

que le cubren las espaldas.

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Confieso que no soy triste

Confieso que no soy triste 

Confieso que no soy triste,

triste, los que me acompañan,

van despidiendo a mi cuerpo,

y mi corazón no calla.

 

Busco en la verde tierra,

una efímera metáfora,

raíces dentro de mi pecho,

que me arrastren a la infancia.

 

Confieso que no soy triste,

cuando la tristeza embarga,

solo el ciprés con su clara curvatura,

es motivo de mis gracias.

 

Donde estoy nadie sonríe,

parece que algo faltara,

a la mirada indefensa,

cuando ha perdido su máscara.

 

Envuelta en llanto oscuro,

ha florecido mi alma,

soñolienta de ternura,

porque tú no la soñaras.

 

Confieso que no soy triste,

triste, los que me acompañan,

nunca hicieron un poema,

para cantar a su amada.

Autor: Nico Pozón Requejo 

 

 

Croa una sola rana

Croa una solo rana

Croa una sola rana,

y la alegría se contagia,

y todo es caudal de amor,

hoy en la charca.

 

Los batracios ya no callan,

prestan favores a extraños,

sobre nenúfares blancos,

y siempre a la luz del alba.

 

La luna paró un instante,

aquella alegre mañana,

sobre la charca de amores,

con espíritus en llamas.

 

Oh dios, se inunda de amor mi alma,

siento tu desnudo cuerpo,

y los sentidos me engañan,

croa una sola rana.

 

Aún tembloroso levanto la mirada,

la rana se hunde en la charca…

¿es acaso la luz de la mañana,

la diosa que emerge del agua?

 

Me ama cuando regresa la calma,

cuando las ranas callan,

cuando en la noche encantada,

va conquistando mi alma.

Autor: Nico Pozón Requejo 

 

 

 

Ronda por mis sueños

Ronda por mis sueños

Ronda por mis sueños con seductoras alas, siento como su alma resucita, y me ofrece diálogo.

Escúchame dijo y me habló con palabras dulces y cautivadoras:

Podría construir un puente en el mar de tus pupilas, para  mirar desde allí la belleza de tu despertar.

Y continuó, no es nada fácil callarse, cuando estás enamorado de un amor imposible, que te esclaviza al son de tan joven luz.

Que no haría yo si tú me desearas, cuando es el amor el que te habla, tendida estás preciosa y tu desnudo cuerpo es la lozana imagen de la primavera.

Te veo temblorosa cuando vuelo como una mariposa al vergel de tus muslos entre abismos de sombras y leyendas de amor.

Tienes miedo de amar, aunque tus divinos ojos y tus húmedos labios digan otra cosa.

Si tú me desearas haría grandes locuras, intento recordar tu firmamento para que mi alma busque tu cuerpo cuando salga de noche, quiere vaciar en ti, mis sentimientos, para aliviar el dolor de mi corazón.

Sé que nunca podré tenerte porque solo estás en mis pensamientos.

Quiero mirarte como el que mira el amanecer, para que me transmita esa luz de felicidad que estremece mi espíritu.

Autor: Nico Pozón Requejo        10.09.2021

                                        

 

 

Cuando mi sombra no es mía

Cuando mi sombra no es mía

Mi sombra se queda sola,

llorando por los rincones,

su alargada silueta,

me pide que no la suelte,

tiene el cuerpo hecho jirones.

 

Es como una mariposa

que aún vuela a mi lado,

no quiero que me siga,

mi mente me pide que la asfixie,

que aplaste su garganta,

porque siente que ella no es mía,

quizás tenga arquitectura propia.

 

Una noche cuando la fiebre me olía a hoguera,

una sombra vaporosa se me acerca,

y se funde con mi luz, esa pasión que me abrasa,

termina siendo un vínculo afectivo,

que electriza cada una de mis células.

 

La sombra desconocida,

se desprendía de mi cuerpo,

su belleza inquebrantable,

era de otro universo.

 

De repente en su cielo azuloso,

un abrazo me abrigaba,

y cargado de emociones,

del alma me despojaba.

Autor: Nico Pozón Requejo 

 

Cuando dejo de ser yo

Cuando dejo de ser yo

Cuando dejo de ser yo,

busca refugio mi alma,

me traiciona el corazón,

soñando que me dejabas.

 

La luna en el firmamento,

persiste en palidecer,

la noche es un tormento,

sin tus besos en mi piel.

 

Cuando dejo de ser yo,

es tan mortal la alegría,

que en las pompas de jabón,

patina la dicha mía.

 

Nunca podré vivir sin recordarte,

aunque duerma en otra la carne mía,

volveré a ti para mostrarte,

la esencia de la vida, la poesía.

 

Cuando dejo de ser yo,

ya no cantan los jilgueros,

se enamora el corazón,

de aquella que yo no quiero.

Autor: Nico Pozón Requejo