lunes, 30 de abril de 2018
viernes, 27 de abril de 2018
Era la bella Afrodita
Vi la
sonrisa del mar,
en toda
su inmensidad,
emergía
de su oleaje,
el rizo
azul del paisaje.
Me
detengo en una playa desierta,
donde
se esconde el amor,
allí se
escapó mi cuerpo,
al
sentir tu corazón.
Fue como
viajar al cielo,
en la
cresta de una ola
donde
crecían los besos,
con
pétalos de amapola.
Las
gaviotas detenían sus vuelos,
para
observar, el mayúsculo esplendor,
de
espumas y de salitres
que
ofrecíamos tú y yo,
Y las nubes
envidiosas,
con sus
ocres seductores,
se
saciaban presurosas,
de
nuestra sed de amores.
¡Ay! mi
anhelo se marchita,
estando
sumido en trance,
era la
bella Afrodita,
miércoles, 25 de abril de 2018
Ave del paraiso
Apenas apareciste en mi vida,
quedé cautivo de tus ojos,
embeleso, soplo ardiente de tus besos
divinos, navegando por mi boca.
Van recorriendo el camino,
dos llamas que se desbocan,
ciclones entre algodones,
el secreto de la dicha.
Un resplandor de delicias,
se desnudan en tus entrañas,
campos verdes de caricias,
por los rincones del alma.
Olas trasparentes, juguetonas brisas,
navego en el mal azul de tu piel,
palpo tu sed, susurrando al viento,
ave del paraíso, ¡incéndiame!
Y nos anudamos desesperados,
mientras nos comíamos a besos,
siento la dicha en mi corazón opreso,
bajo el peso
suave de tu cuerpo.
Copyright © RTPI 16/2017/3421
sábado, 21 de abril de 2018
El diluvio pasa
Un entorno que la ahoga
del que intenta escapar
tras descubrir,
la mano causante de su
desgracia,
qué triste es malvivir sin
esperanza.
En sus ojos rasgados
azules,
un desolado acontecer,
turbulencias que inundan
hasta los huesos,
no para de llover.
La opresión avanza,
inflexible y hostil,
ella se niega al tormento,
cala en lo más profundo
del sentir
no para de llover en el
firmamento.
El diluvio vuela por mis sueños
gritan los recuerdos en la carne abierta,
no es de día ni de noche
son los rayos que no cesan.
El diluvio pasa noctámbulo castigando en exceso,
ahora está fuera de mi,
quisiera dejarle claro a la lluvia y al viento,
lo nuestro nunca existió, ni estuvo en mi pensamiento.
El diluvio vuela por mis sueños
gritan los recuerdos en la carne abierta,
no es de día ni de noche
son los rayos que no cesan.
El diluvio pasa noctámbulo castigando en exceso,
ahora está fuera de mi,
quisiera dejarle claro a la lluvia y al viento,
lo nuestro nunca existió, ni estuvo en mi pensamiento.
Copyright © RTPI 16/2017/3421
miércoles, 18 de abril de 2018
En el cielo es primavera
Fugaces nubes arreboladas,
levitan por los campos del
cielo,
florecen con el aura del
misterio,
sobre fecunda tierra.
Una epopeya que la galaxia espera,
el cielo vestido de azul
impoluto,
de rosa la bella esfera,
el amor dará sus frutos.
En el cielo es primavera,
porque Abril se ha
encendido,
con esa pasión primera
gloria a los redimidos.
Clamor, al regresar a la
tierra,
tenebrosa oscuridad,
espíritus de la guerra,
el llanto vuelve a brotar.
De pronto viene el día del ciprés encorvado,
a la luna triste, la
noche la borrará,
se fue el amor más
elevado,
cual pasión primaveral.
Un alma palpita encendida,
consumiendo mí frío
interior,
se quedó mi vida en tu
vida,
ese alma madre tierra soy
yo.
Copyright © RTPI 16/2017/3421
domingo, 15 de abril de 2018
El ascensor
¿Quién eres?, bueno da igual, ¡abrázame fuertemente y hazme el amor!, un ofrecimiento como este no lo hago todo los días, si no me haces tuya pensaré que no eres un hombre de verdad..., al oír estas palabras se me heló el corazón, era lo mas sorprendente que había escuchado en mi vida, hubo un silencio al que siguió otro..., entonces desde fuera comenzaron a forzar las puertas del ascensor.
Copyright © RTPI 16/2018/1470
jueves, 12 de abril de 2018
La lujuria
El alma de una mujer
la lujuria de un cerebro,
que no la puede tener.
Con los grises de la tarde
la noche devora al día
llega una noche que arde.
Incontrolable vacía,
la lujuria es exceso
si el amor está unido al
sexo.
La lujuria de unos labios,
que me incitan a pecar,
es como el cauce de un
río,
Crece con la tempestad
en tu bosque amoroso,
me perdí junto a un
volcán,
Del infierno que arde en
mí,
cuando tu cuerpo se
excita,
y al mío lo hace vibrar,
suplicando
de
rodilla, mi alma en tu cielo brilla,
como
una dulce tortura,
que
se encadena a tu altura.
El
amor baja a los suelos,
y
los temblores de tierra
me
liberan del anzuelo.
De
tu insaciable morada
hay
un clamor sin piedad,
los
sentidos agonizan,
en
fugaz eternidad.
Copyright © RTPI 16/2017/3421
viernes, 6 de abril de 2018
Conozco
Conozco el resplandor
que flota en mi alma,
voces que se pegan a
los labios,
hierros rojos de
pasión
que desafían al fuego
y te desalman.
Conozco a la rosa
suave que brota en primavera,
hoy llena de colores
mi poesía,
la dulce rima que al
verso espera,
en el altar de la luz
y de la sabiduría.
Conozco los peldaños
de la sombra,
la boca del miedo, su
flecha certera,
la muerte que
asombra,
la negra pantera.
Conozco los sueños
que queman al sol,
rostros permeables de
lágrimas llenos,
caminos helados al
mar del formol,
la máscara azul, que
calla a los truenos.
Monstruos
amarillos, amores con alas,
en la noche oscura,
benditos tesoros que
la luz procura,
errantes amores que
apagan bengalas.
Conozco a los lirios
que ultrajan,
son ríos de fuego,
diabólicas ratas,
¡ay! de las mariposas
que duermen,
su dulce embriaguez
anhelos que matan.
Ladridos de perros,
hijos de la trata,
vivirás mañana con la
sombra erguida,
con funesta cara tras
una ventana,
de alegre tristeza en
clausura hermana.
Copyright © RTPI 16/2017/3421
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