Bajo el neón de las
estrellas,
se desplegaban las olas,
al mar lanzo mi botella,
ondea el azul de cola,
La voz dulce de unos
besos,
en su concha de cristal,
sin los tuyos están
presos,
presos de la inmensidad.
Ese navegante inquieto,
busca la ilusión de ayer,
sin remos a tu amor
sujeto,
como cada amanecer.
Llora la brisa de espalda
a la arena,
el mundo se ahoga en mi
mente,
la luna blanca, muere de
pena,
el alma vuela a contra
corriente.
Veo en el agua un reflejo
que enmudece el habla,
por un momento he perdido
la cordura
sus formas son perfectas,
perfectas como el alba,
levanto la cabeza, el mar
todo lo cura.
Copyright © RTPI 16/2017/3421