Hice un
viaje a ninguna parte y me siento perdido en medio de la nada. Recuerdo sus
ojos donde tantas veces me vi, hoy su mirada es como una nube de desaliento y aquellas
palabras susurrando al viento, nunca las llegué a descifrar.
Desearía
verla de nuevo, me recuerda tantas cosas que es improbable que ella recuerde
algo de mí.
Una migraña
me invade y bombardea todos los rincones de mi mente, mostrándome imágenes y
descifrando recuerdos perdidos en el subconsciente, ella había desaparecido sin dejar rastro, (me
arrepiento de aquellas noches sin madrugadas y de las primaveras marchitas).
Regresan a
mí, ráfagas de luz llena de frescura y aromas de felicidad, su sonrisa pícara y su moldeada figura me
llenan de gozo.
Una ráfaga
inquieta me muestra su rostro surcado de dolor, aquellos indeseables que me
acompañan en la travesía, se aprovechan de ella sin piedad, disfrutan de su
cuerpo y en cada embate me desgarran el alma.
La rabia y
la desesperación me sobrepasan, imposible describir la impotencia que recorre
todo mi ser, yo les suplicaba que no le hicieran daño y ellos enajenados en
aguda batalla nos van deshojando la vida.
En el último
suspiro nuestras miradas de miedo se cruzan y el terror nos devora.
Copyright © RTPI 16/2017/3421
Hay mucho dolor en tus palabras y también un hermoso lenguaje poético cargado de amor.
ResponderEliminarBesos
Un relato sumamente interesante, la tristeza se apodera de tus letras y el dolor se clava como lanza en nuestra piel.
ResponderEliminarFelicidades y un inmenso placer leerte
Es sorprendente lo que se guarda en la memoria, son como ráfagas de luz que tejen nuestra historia.
ResponderEliminarFelicidades amigo
Un intenso dolor sacuden tus letras y la rabia y la desesperación se apoderan de ti y no es para menos en situaciones como esta no sabría que hacer ni que decir.
ResponderEliminarMi felicitación y un abrazo.
Una historia verosímil contada con enorme sentimentalismo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Las personas suben y bajan de nuestros tren pero siempre dejan su estancia con mas o menos luz.
ResponderEliminarPero tuvo que ser ella la que dejó el misterio.
Un abrazo inmenso
Una travesía llena de luces y sombras donde se impone aquella ráfaga que suplica socorro y a pesar de la luz los ojos no ven.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo amigo
En este caso tus fantasías son desoladoras pero en estas situaciones lo peor de todo es llegar tarde para remediarlo, te queda un gran resquemor.
ResponderEliminarFeliz noche y un abrazo
No hay dolor más fuerte que el dolor de ver a la mujer que amas ultrajada por unos malnacidos.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Leyendo cosas increíbles que tocan el alma
ResponderEliminarUn saludo
De este viaje siempre se puede decir que no ha sido en vano y sobre todo podemos extraer un reflexivo mensaje “En esta vida hay que luchar hasta el último aliento”
ResponderEliminarBss
Conozco historias de personas con tempestades y tormentas, azotadas con saña por la vida y que han sufrido hasta sus sombras.
ResponderEliminarUn abrazo
Más grande que el dolor, es el sufrimiento de no poder hacer nada por arrancarte de las fauces de las fieras.
ResponderEliminarFelicidades amigo
En este viaje a ninguna parte es mejor quedarse en casa, -Por lo que pueda pasar-
ResponderEliminarSaludos
Me encanta leer historias como estas, situaciones límites dentro de si mismo, que te desgarran por dentro y no puedes hacer nada por cambiar el rumbo del viaje.
ResponderEliminarUn cálido abrazo
Hay golpes en la vida, que son tan fuertes que solo se siente rabia y desolación
ResponderEliminarFelicidades