La era
Cuando despunta la aurora,
Cuando despunta la aurora,
los pájaros cantan al viento,
en haces la vida aflora,
relinchan los sentimientos.
El labrador al cielo implora,
poniendo al sol por testigo,
con su llama abrasadora,
le está arruinando el trigo.
Espigas con lazos ligan,
y para ti no quisiera,
que te comiera la era,
el alma por la fatiga.
Recuerdo aquellos días
aquellos tiempos lejanos,
de pasadas alegrías,
noche al raso en el verano.
Que al despertar
en la parva prisionera,
con las gentes de la era,
el viento daba que hablar.
Valientes agricultores,
con el bielgo en la mano,
aventando sus temores
separan paja de grano.
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Me parece un poema muy interesante porque muestra la dependencia del agricultor de la madre naturaleza y sus inclemencias.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Tu poema es para enmarcar, un recuerdo inolvidable de lo que un día fue “La era” y todo lo que se movía a su alrededor. Magnífico
ResponderEliminarUn saludo
Bonita poesía. Cuanto ingenio en todos los versos de una elegancia y exquisitez sublime.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Besos
La era es como la vida un vaivén de sentimientos, una descarga de felicidad por un trabajo bien hecho. Muy lograda
ResponderEliminarY la foto lo dice todo
Tu poesía me ha hecho vivir lo que siente el campesino.
ResponderEliminarSaludos
Me rindo a esos valientes agricultores, aventando sus temores para recoger el grano.
ResponderEliminarUn cordial saludo
Me atrevería a decir que es uno de los mejores poemas que han dedicado a la era y al agricultor, me dejas sin palabras.
ResponderEliminarEnhorabuena y felicidades
Magnífica foto y gran poesia, agitada por un viento interior que da lugar a una Era celestial.
ResponderEliminarUn saludo
Una sinfonía de versos recuerdos de aquel verano cuando ibas por la era y en la parva prisionera el viento movía tu mano para escribir lo que ERA el poema del verano.
ResponderEliminarQue tengas un buen día
La era es como una reflexión profunda de la cruda realidad de la vida del campesino.
ResponderEliminarLo has clavado
Un abrazo
Has puesto el corazón al servicio de la imaginación, realmente expresas sin lugar a dudas el sentir del campesino.
ResponderEliminarMis felicitaciones
Hermosa y bella poesía mi genial amigo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Bonita foto. La Trilla clásica, con un personaje que sabe lo que se trae entre manos y el pañuelo para protegerse de los rigores de la era y del verano .
ResponderEliminarLa poesía sobresaliente no echo en falta ningún ingediente
Me la quedo.
Un saludo cordial a los protagonistas
Mucha verdad hay en está poesía y como acostumbras la haces muy brillante.
ResponderEliminarLeerte fue un placer
Un post soberbio, con una bella imagen que enciende corazones y cautiva a los que disfrutamos de la era.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy certera la poesía que dedicas a la era.
ResponderEliminarFelicidades
Maravillosos versos pinceladas de placer son vivencias del ayer.
ResponderEliminarTe ha quedado genial
Besos
Escribes de lujo. Me emociono leyendo la era me traen recuerdos inolvidables.
ResponderEliminarUn saludo amigo
Todavía recuerdo esos días que mi padre y mis tíos acarreaban las mieses a la era y luego la trilla, me lo pasa ba genial ahora acabo de sentir la brisa de tu poema que me susurra al oído vamos a limpiar el trigo...que recuerdos..una lágrima recorre mi mejilla que me dice no llores amigo.
ResponderEliminarGracias por acordarte de la ERA.
Un abrazo
Tu poesía me ha dejado impresionada da que pensar sobre la dureza de la vida del campo y de campesino.
ResponderEliminarUn abrazo
Te felicito por un poema tan entrañable, recuerdo del ayer en el corazón del alma.
ResponderEliminarUn poema escrito con sabiduría y con unos versos que apasionan.
ResponderEliminarQue tengas un buen día
Una poesía muy acertada por las fechas que estamos y además es realmente bella.
ResponderEliminarUn placer saludarte
Hermoso poema campestre, de gratos recuerdos en nuestra amada castilla.Homenaje al curtido labriego, a las anegadas familias destripando espigas sin ver llenarse los costales que iban al molino y la gran lección del sudado sacrificio en un día de agosto, en la trilla.Pura realidad.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo