El que arriesga nunca pierde

Si mi corazón es tuyo,

y el tuyo no sé de quién,

a quién le importa la vida,

si no te puedo tener.

La vida te hace olvidar,

pero yo olvidar no puedo,

yo no te culpo de nada,

si mi corazón es ciego.

De qué sirve que me quiera,

la persona que no quiero,

si a la que quiero yo,

no me quiere del modo que yo la quiero.

No quiero que nadie crea,

que no supe arriesgar,

cuando daría por tenerte,

no vi la oportunidad.

Quien sembró en mí la duda,

del miedo al qué dirán,

pasó un tren excitante,

y no me atreví a montar.

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La mística del poeta

                            La mística del poeta

El poeta busca la verdad más allá de toda realidad, en verdad no hay nada inexplicable que no se pueda entender.

Lo esencial es que el ritmo y la armonía lo diga todo, aunque el verbo no diga nada. Sea la poesía la llave maestra que abra todas las puertas de la imaginación.

La poesía es también la expresión artística del lenguaje abstracto, de aquellos sentimientos que salen del silencio y que desean ser escuchados.

Nico Pozón Requejo 

Soñando despierto (Relato)

Soñando despierto veía a un hombre limpiar su coche, una noche que llovía torrencialmente, la infinita lluvia limpiaba el aire podrido que llevaba dentro.

Mientras unos gatos se balanceaban al cobijo de un alto y ancho ciprés, sus pelos erizados por el viento se descarrilan al filo de la nada.

Una sombra reflejaba las lágrimas de un borracho que seguía bebiendo hasta empapar los sentidos.

Unas curvas de mujer, beso a beso y a golpes de oleajes lo apartó de las inmensas olas que nublaban su camino.
De pronto el viento rompió el silencio con mudos gritos de espuma blanca, mientras los gatos flotaban seguros en el cauce de la tormenta. El resplandor de la luna anunciaba un nuevo día, ahora cuando la aurora navega por mis sueños, siento como resbala por los pliegues de mi piel, destapando los deseos escondidos que inundan los sentimientos
Unos labios de hembra dibujan una caricia furtiva de amor, desnuda como un sueño se desliza acariciándome sin rozarme la piel, creí oír su voz en el silencio me llamaba..., de repente el sueño se desvanece.
Despierto y en la penumbra íntima de la alcoba, veo un cielo azul en el que moraba una huella luminosa de una realidad soñada.
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Cuando yo era humano

Estaba muy impaciente por nacer,

así que la noche se dio la vuelta,

y me lanzó del ocaso a la vida,

un dolor insoportable

me empujó a la salida.

El vértigo me impide abrir los ojos,

no encuentro el pecho,

no es fácil empezar de mamón,

en la leve existencia de la madrugada,

la vida me pone en pie.

Acompañado del vaivén de unos brazos,

mi intocado mundo va marcando el paso,

al principio no me reconocía, crecía y crecía…,

y cumplía años antes de tiempo.

En una jungla sin aurora, escalé la pared,

para saciar mi corazón de ritmos nocturnos,

y embriagarme de su aroma fresco,

cada noche dormía abrazado a la sombra de la luna.

La intemperie helada cayó sobre mi espíritu,

y la noche me encogió la razón,

una mezcla de sudor y lágrimas en mi cara,

presagiaba la triste pompa de ser ciprés,

fue entonces y solo entonces,

cuando crecieron los crisantemos de vívidos colores.

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Mientras sueño soy tu dueño

Mientras sueño soy tu dueño,

y no quiero despertar,

la fantasía de mis sueños,

es el amor de verdad.

                          

      Esa magia es el misterio,     
de la sombra de la Nada

que sale del cautiverio,

para que sea recreada.

Ese mar de resplandores,

en lo alto de la cumbre,

esos vidrios de colores,

que la esperanza difunde.

Una oscura golondrina,

de un cuerno de la luna, su nido mece,

con su melodía cansina, trina que trina

mientras la prole crece que crece.

Una ola de ilusión,

me empujaba hacia la tierra,

               soy dueño de su timón,             

pongo paz donde hubo guerras.

La fantasía es poder,

espacio de libertad,

que alimenta nuestro ser,

con la bola de cristal.

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Le di cobijo a una idea

Le di cobijo a una idea,

en el cielo de la mente,

amenaza a quien la lea,

la vida a la muerte siente.

                             

Un reflejo palpitante de cordura,

cambió mi mentalidad,

atormenta a la locura,

construye otra identidad.

Haciendo como un espejo,

donde se vean los demás,

lanza invisibles consejos

de su propia intimidad.

Tortura a mi cuerpo,

traumatiza mi alegría,

todo es extraño e incierto,

mi ego no acepta su compañía.

Te odio, te detesto, me hiciste sangrar,

¡qué insólita rareza!,

salió de mi vida inclinando cabeza,

le clavé los ojos, al verla pasar.

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La primera relación

La primera relación,

una fugaz melodía

que te nubla la razón,

sin coger la sintonía.

                                  

La primera luz,

de la bella flor,

un verano azul,

que rompió el dolor.

En su mirada desolación,

audaz pirata,

¿por qué te fuiste amor?,

sombra sin rumbo, viento que escapa.

Sobre las olas del corazón,

maldito ego,

nube de fuego,

verde pasión.

Adiós, adiós…adiós criatura,

que yerra y pasa,

de la aventura,

eterna brasa.

Ese gustoso dolor,

esa dulce melodía,

pasas de la noche al día,

del frío al cálido sol.

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La espiral de la nada

La espiral de la nada
(Corregida)
Estaba hecha a semejanza de la vida,

empuñando el amor con una espada,
era una estrella caída, 
en la espiral de la nada.

Era una mujer hermosa, distinta,
una mujer deslumbrante,
sus ojos azul turquesa, 
su sonrisa apasionante.

Sucedió de repente,
sus ojos me encontraron, 
su cuerpo desata mi locura,
los placeres de su encanto

Su delicada figura,
le gritaba a mi tormento,
ríndete a la hermosura,
y me ató a su pensamiento.

Recuerdo aquellos instante,
luché con todas mis fuerzas,
y el destinó luchó contra mí,
caí en su redes como un colibrí.

Todo fue inútil, sentí,
su mirada clavarse en la mía,
y una flecha de dolor atravesó mi alma,
mi cuerpo agoniza en siniestra calma.

En el edén de su cuerpo,
con sus sedas me amortaja,
maldito baile de muertos,
en la espiral de la nada

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La corbata

La corbata es una lata

que se anuda y se desata,

que trata de aparentar,

que eres algo en la sociedad.

La corbata es una lata,

que te oprime y te delata,

una serpiente en tu cuello

que te intenta amordazar.

De hablar poco no se trata,

ni de atar el corazón

somos monos con corbata,

de seda o de algodón.

La corbata un lucero de colores,

un nudo que sujeta mi cabeza,

bandera de los señores,

detalle de gentileza.

Un rabo de jerarquía,

un arrebato de arte,

el luto por la poesía,

un niño para evocarte.

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Sus labios pegados a los míos

Cuando unos labios se enamoran de otros labios,

tienen vida propia, no se resisten a decir palabras,

besarte en cada sílaba saboreándote,

para llevarte pegado a mí.

Seréis míos y solo míos,

de pronto se juntan en un beso,

que se  hace interminable,

¿qué está pasando?

Me asomo al abismo de su dicha,

la hembra enardecida me devora la lengua

en incesante ir y venir,

me llena de caricias, es única.

Un desaforado beso,

enclaustra sus labios en los míos,

disfruto de un amor que me hace renacer,

rozo con mis labios todas las pliegues de su piel,

Sacando todo su erotismo,

un ángel desnudo con sedienta hambre de placer,

me muero de amor sin saberlo, criatura

sexo y más sexo incesante asignatura.

Mi cuerpo crece hasta su máximo envite,

un mundo de colores se inaugura,

mi corazón gozoso se derrite,

con el último temblor de su locura.

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