Embrujo hipnótico

Aquella primavera atada al pensamiento,

engarzada a los soles de un mar de girasoles,

con hilos cenicientos,

bajo la pálida luz de los faroles.

                                 

Mientras la luna derrama su hechizo

a un sol de tibio amanecer,

agita mareas con ardientes granizos,

encandila a la noche en su luna de miel.

            

Llama de oro que el amor invoca,

su pasión me lleva a la deriva,

un tierno beso de su dulce boca,

embruja, hipnotiza y me cautiva.

Se rompe el alba, destiñe al cielo,

joven intrusa de tierno vuelo,

al fresco abrigo de un mar desierto,

la pillé bailando en un bar del puerto.

Traviesa onda nació entre colores,

su busto en mis manos será flor,

de rubor temblaron los pintores,

mirándola suspiran por su amor.

Partió en un barco entre olas de placeres,

su tierna imagen está en mi pensamiento,

extraño amor que brinda las mujeres,

que acarician y capturan mis adentros.

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