Imagen
captada en la red
|
Mi vida pende de un hilo,
desde que yo te perdí,
y aunque vivir yo procuro,
no puedo vivir sin ti.
Me pesa tanto la vida,
que no me queda ni el
llanto
el cordón que nos unía,
se fue presa del encanto.
Se rompió como un cristal
el cordón de la
existencia,
buscó luminosidad
y se estrelló en la
conciencia,
En la vida el misterio nos
condena,
aunque sea divino y santo,
no tener secreto es pena,
aunque lleve al
desencanto.
No te veo y aún te deseo,
te siento entre mis venas,
sacrifico mi recreo,
por alcanzar tus almenas.
Copyright © RTPI 16/2017/704