Se desangra
el volcán,
por el envés
de su manto
hormiguero atronador,
bajo la luz del espanto.
El bosque se desespera,
el silencio se reaviva,
como ascuas de una
hoguera,
yacen en el
agua viva.
Se escapa la tarde,
a la sombra de un cielo
de tenebroso velo,
y en la lontananza arde.
Tierra de las inquietudes,
espejo de la nostalgia,
tesoro de juventudes,
inocencia e ilusión o solo
magia.
La gravedad se incrementa,
mientras la tierra moría
los duelos y las afrentas,
caverna de hipocresía.
Copyright © 16/2016/1450
Para desafiar las leyes de la gravedad hay que amar a nuestra querida Tierra y acariciar su cuerpo celeste y sembrar en ella lo mejor de nosotros mismo para hacerla más fértil y el día de mañana se sentirán orgullosos de nosotros y ella te lo agradecerá.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Una poesía para reflexionar por su contenido, estamos agotando los recursos naturales, agua dulce, minerales esenciales, prendemos fuego a las selvas, el calentamiento global nos amenaza y que hacemos nada. Así nos va…
ResponderEliminarUn placer leerte
Si el poema llega a las personas que lo lean ya has conseguido algo importante que tomemos conciencia de la gravedad de la tierra y trasmitamos ese deseo a los demás.
ResponderEliminarFelicidades y un fuerte abrazo
Espléndida manifestación, la tuya poeta, sobre los fenómenos naturales y de gravedad en la tierra.Todo ello, también llevado, en dicotomía, a las explosivas manifestaciones, de la savia,de los sentimientos, o del ardoroso amor;poéticamente hablando.¡Gran ingenio!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Tu poema deja huella, no tomamos conciencia del daño que infligimos a nuestra querida tierra, a este ritmo nos vamos a quedar en la más oscura soledad.
ResponderEliminarUn saludo
La gravedad de la tierra es la gravedad del ser humano una amenaza que nos hacemos nosotros mismos, yo me pregunto ¿somos seres racionales? “O...,”
ResponderEliminarSaludos y felicidades
Por sus ejes transita la vida, sería grave de verdad que la atracción hacia ella sea solo para aprovecharse de su inmensa riqueza y agotar el planeta.
ResponderEliminarUna desgracia monumental y un descuido irreparable.
Un fuerte abrazo
Cuidar el planeta es cuidar de la vida de nuestros hijos y de nuestros nietos
ResponderEliminarHay que luchar por ello con todas nuestras fuerzas.
Besos
Una interesante realidad artífice de tus versos donde se conjugan empobrecimiento y destrucción.
ResponderEliminarUn saludo
Hermosos versos que sirven como epitafio del poema
ResponderEliminarSe escapa la tarde,
a la sombra de un cielo
de tenebroso velo,
y en la lontananza arde.
MI FELICITACIÓN
Somos los guardianes de un tesoro de lo más preciado, nuestra propia vida y que hacemos dispararnos a la cabeza.
ResponderEliminarExcelente poema
Quiero decirte que me encantan tus trabajos poéticos, gozo con su lectura porque están llenos de exquisita sensibilidad y son de rabiosa actualidad.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Bonitos y profundos versos componen tu interesante poema. Hondas heridas le estamos infligiendo constantemente a nuestra querida tierra desafiando las leyes de la gravedad y algún día el enfermo morirá.
ResponderEliminarUn saludo
En el hombre se da la paradoja que destruye a quien le dio la vida.
ResponderEliminarInconcebible pero cierto