Para Elisa (1)
Aquellas
notas que sus dedos tocan,
música
preciosa, que en sus manos
cobran
vida,
teclas
negras, teca blancas,
con
cada acorde cautiva.
Añoro
esa melodía,
que
suspira en el silencio,
recuerdo
aquella mujer,
de
vértigo era su cuerpo.
Para
Elisa,
locura
tan dulce como una brisa.
princesa
de ardiente celos,
diosa
de suave destello,
tiemblo
con sus antiguas caricias,
canto
para que el deseo no exista.
Mi
alma regresa al lugar…
tócala
una vez Sam, tócala,
que
tengo un mundo para recordar,
la
dulce atmósfera,
me
trasporta al más allá.
Baila
la luna blanca,
en
brazos del cuerpo de los años,
y
aquel piano
con
sus notas tan brillantes,
yo,
me sentía el más enamorado.
Estreché
mi cintura,
a
la cintura fugitiva de aquella musa,
sentí
como sus labios en mi rostro,
posaban
su ternura.
Tendida
sobre aquel vibrante piano,
¡cuántas
veces cerré los ojos
para
escuchar,
el
más grato frenesí musical!
Copyright © RTPI – 16/2025/3368




.jpg)
