viernes, 29 de noviembre de 2024
martes, 26 de noviembre de 2024
Solo pensé en llegar
sábado, 23 de noviembre de 2024
El ladrón misterioso
El ladrón misterioso Que lo sepan todos, es un ladrón misterioso, con una terca obsesión, robarte lo que a él le sobra, por ese largo camino, entre el infierno y la gloria.
Solo puedo desvelar, que no puedes vivir sin él, el misterio que nos lleva, a un continuo caminar, hacia un hambriento lugar, donde la imaginación vuela.
El espíritu baila, al son del viento, y una voz te llama desde el hondo silencio.
Entonces sabrás que el huésped, exilado está en tu cuerpo, y no te parece mal, estás enfermo, como enfermo el mundo está.
Tus alas son las suyas, pobre pichón, temprano levanta el vuelo, hasta conquistar la nada, un paraíso encantador, contagiado de belleza, y tú condenado a disfrutarla. Mientras en la asolada intemperie, los huesos y la fiebre, te devoran la garganta.
Que lo sepan todos, -el tiempo- es el ladrón misterioso, que te quita todo, todo lo que estás pensando, todo lo que tú soñabas, que él te lo estaba dando. |
martes, 19 de noviembre de 2024
¿Quién es ella?
¿Quién es
ella? ¿Quién
es ella?, no lo sé, a
veces cruza el cielo siempre
sola, siempre muda, siempre
pálida... de
dónde viene y adónde va,
Una
de esas madrugadas, de
añoranzas pasadas, descubro
a la luna nueva, entrando
en mi habitación, la
noche testigo muda parece
que se desnuda, quiere
hacer el amor.
Como
una estrella viva, del
espacio sideral, enlazamos
nuestros cuerpos, sin
dejarnos de observar, el
sustantivo nervioso, busca
la inmortalidad.
¿Quién
es ella? una
estrella que gravita, alrededor
de mi existencia, me
parece tan verdad, que
aunque solo sea un sueño, yo
quisiera recordar, que
las mariposas vuelan, al
otro lado del cristal, con
aires de exultación. Copyright © RTPI – 16/2023/1053
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viernes, 15 de noviembre de 2024
Si te he visto no me acuerdo
Si te he visto no me acuerdo Lo que leo en tu mente, son palabras de dolor, nubes negras de amargura, que empañan mi corazón.
No quiero pensar en ti, ni leer tus pensamientos, se te ha secado el alma, tu ardiente fuego ha muerto.
Veo caer las hojas secas del jardín que era tu cuerpo, dentro palpitan las piezas, al ronco crujir del sueño.
Heme aquí frente a ti, con una angustiosa calma, como si tu ocular misterio, lo descifrase mi alma.
Veo en tus ojos oscuros, como se refleja el miedo, una muerte anunciada, que se esconde en el silencio.
Respiro hondo, respiro, al compás de un dulce vuelo, una oscura golondrina, se trasparenta en mi cielo.
Parece que huye callada, quiero olvidar su recuerdo, mi otoño es primavera, si te he visto no me acuerdo. Copyright © RTPI – 16/2023/1053
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martes, 12 de noviembre de 2024
Los ojos del pensamiento
Los ojos del pensamiento Tu imagen es un espejo que me invita a la calma, sin embargo tu reflejo revoluciona mi universo.
De alguna manera la imagen que me mira, ha sido capaz, de leer en mis ojos, las contradicciones de mi pensamiento.
Me mira fijamente y con sus encendidos labios interroga a mi corazón, sabe elegir el momento, para hacer preguntas, y recuperar respuestas, de aquellos espacios en blanco que dejaron lo bueno por conocer y lo malo por conocido, sin tener nada que ver, tienen el mismo sentido.
Que misteriosa es la imagen de un espejo, imagen de color carne, tentando a su amado reflejo a fundirse en un abrazo, mientras en su pecho daba, aletazos de celos la luna nueva.
Ahora volcado sobre ella, instantes vivos en su cuerpo crecen, para dar paso a la alborada de su vientre, me llena de inquietud ver, que está poblado de ascendencia. Copyright © RTPI – 16/2023/1053
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sábado, 9 de noviembre de 2024
Aquella primavera
Aquella primavera Aquella
primavera con
sabor a inocencia, salpicaba
a mi cuerpo con
sus efervescencias, vibraba
el amor, y
se instalaba en mis huesos, con
todo su candor.
Y
como un sueño nuevo, la
fantasía camina, como
el canto del grillo, cuando
llega la noche, un
tormento sin nombre. te
susurra al oído.
Déjame caer
en la tentación, y una mágica
brisa, con su dulce
sonrisa, besa mi boca
y la sed se me apaga, y
aquella primavera loca, que
agitaba los pulsos de la vida, del
corazón es eterna cautiva. Al escribir
con pasión, reverdezco
el amor, le digo a mi
alma que piense, si muero sin
conocerte, no he vivido
tu amor inocente, ese amor
prohibido, escondido
entre risas y sonidos.
Déjame
caer en la tentación, clamaba
mi corazón, ella
me observa, como
Venus victoriosa una
mujer tan hermosa, el
espíritu llena.
Un
estallido de vida, se cuela, por
esas líneas prohibidas, donde
caricias y besos, pronto
fueron el universo que
giraba en torno a mí.
Sin
darme cuenta, fueron
pasando los años, arrugando
mi perfil, la
primavera se fue, marchitando
el mes de abril.
Hoy
mi divina inconsciencia, te
busca, con la esperanza, de
que abras a la vida, el
gran amor que me asalta.
Y
es el viento, la abeja que
invade mi pensamiento, con
el ardiente deseo, de
encontrar la bella flor, para
descargar su polen en
el panal del amor. |
miércoles, 6 de noviembre de 2024
Vestido con nueva luz
Vestido con nueva luz
La
vida no muere, su
resplandor, vive
eternamente. vestido
con nueva luz.
Es
cruel perder el cuerpo, cuando
en tus ojos la dicha, a
mi sangre aceleraba, y
los más vivos deseos, al
tocarme se avivaban.
Mis
ojos se apagaron, cuando
el amor florecía, cuando
el ruiseñor cantaba, a
todas horas del día.
Cuando
llegaba la noche, los
delirios navegaban y
aquel resplandor de luna, desnudaba
las miradas.
El
gozo se desvanece, de
la cabeza a los pies, y
aquel fluido divino, por
el que corre la vida, me
dio un nuevo amanecer.
Ahora
todo en mí está muerto, que
perversa desventura, como
si yo fuera otro vestido
con nueva luz, una
divina locura. Copyright © RTPI – 16/2023/1053
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domingo, 3 de noviembre de 2024
Noviembre
Noviembre Es
el viento el que deshoja las
sonrisas del otoño, siente
como su pujante vejez, en
el crepúsculos, llena
de colores el amanecer.
Vi
brotar en mi retina, bellos
colores de fuego, imagen
que se fija a la memoria, y
el corazón sin saberlo.
Entre
llamaradas se levanta el alba, flagelando
los sueños, mariposas
celestes, van
cayendo del cielo.
Noviembre,
espontaneo
y alegre, con
aroma de lirios, la
montaña se tiñe, con
su lumbre de siglos.
Mi
alma se cubre de hojas, el
otoño la reclama, para
que entregue su vida y
su luz se vuelva llama.
Sopla
el aire, se
deshacen las nubes, un
murmullo, un destello, del
crepúsculo ciego.
Dejad
que llegue Noviembre, dejad
al viento pasar, para
que brille la luna, y
así buscarle su boca, para
poderla besar.
Cuanta
belleza suelta, en
su piel desnuda muestra, víctima
de sus encantos, noviembre murió en sus brazos. Copyright © RTPI – 16/2022/3061 |