Como te amé

Imagen de Agnes Cecile

Como te amé

Como te amé, nunca he amado,

a pesar de haberme herido,

aunque vengas entregado

jamás volveré contigo.

Amarte fue un placer,

y olvidarlo no he podido,

contigo me hice mujer,

mil veces lo he maldecido.

Te quise como gata enamorada,

maullando con tus zarpazos,

tus uñas en mi piel clavada,

y tú sombra entre mis brazos.

Enterraré los otoños dorados,

quererte fue un grave error,

una daga de amor,

que enloqueció a este corazón ensangrentado.

Ojala que no sintiera lo que siento,

el pudor cubre mi cuerpo,

y me está quemando dentro,

mi espigada primavera ya no florece en tu huerto.

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Que diga todo de ti

Que diga todo de ti

Imagínate que estoy soñando contigo,

que quiero hacerte un poema,

que diga todo de ti.

Ahora es mi turno

para huir de la soledad

una escandalosa lluvia,

se escucha tras el cristal.

Siento frío,

todo se mueve al azar,

son caprichos de estío,

presente en mí soñar.

Háblame de ti,

veo transitar el silencio,

llorando con frenesí,

mi boca llena de versos.

Que arrebatan los sentidos,

ser tu amor fue lo más bello,

que jamás he conocido,

en tus ojos el destello.

El color de tu sonrisa,

tejes hilo de ilusión,

desde ni primer recuerdo,

tangible como el amor.

Aún recuerdo el primer beso

y tu primera mirada,

vi que todo retornaba,

después de decirme adiós.

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Si el amor es mi condena

Si el amor es mi condena

Si el amor es mi condena,

y mi condena es gozar,

amar merece la pena,

que muera la castidad.

Aunque viva en un tormento,

por los pasados placeres,

siempre llevaré por dentro,

el amor de las mujeres.

Cuando me siento perdido,

siento tu caricia infiel,

con el sello del olvido,

aún percibo lo que te pude querer.

El amor es fuego o nieve,

es como un juego de azar,

cuando la pasión lo mueve,

no se puede controlar.

Hoy mi pensamiento vuela,

ha sentido tu regreso,

me lleva hasta tu vera,

y me colma de embeleso.

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Si necesitas amor

Irina Karkabi

Si necesitas amor

Si necesitas amor,

róbame un beso,

con rozar solo mi boca,

tocarás el universo.

Si yo te beso en la boca,

mis labios arden de amor,

tus besos a mí me provocan,

oleadas de pasión.

Yo te muestro el paraíso,

con tan solo una mirada,

porque te miro a los ojos,

y tu corazón estalla.

Soy la dueña absoluta,

de tus íntimos suspiros,

cuando la verdad me ocultas

te extraño cuando te miro.

Si necesitas amor

escúchame cuando canto,

mi canto disuelve penas,

que se ahogan en el llanto,

el llanto que te envenena.

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Siempre en el recuerdo

Siempre en el recuerdo

Me miras, te miro,

suspiras, suspiro,

y vuelvo a mirarte en la fotografía,

ahora respiro, mensajera mía.

Aunque el tiempo haya trascurrido,

siento que te tuve y no me quedó nada,

ahora tu imagen se ha descolorido,

y ese color sepia ciega mi mirada.

Mi corazón se llena de melancolía,

no distingo nada, tras los vidrios rotos,

dulce voz del alma mía, 

hay memoria en esa foto.

Tu luz nunca ha de morir,

alzo los ojos al cielo,

ajenos al devenir,

el eco del dolor, rompe mi duelo.

¿Y si tuviera alma la foto?,

estoy confuso, ¡onda de luz!,

le doy un beso profundo y largo,

palpita el alba, esa eras tú.

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¿Quién ha borrado la memoria del tiempo?

¿Quién ha borrado la memoria del tiempo,

o ha sido el tiempo quien se ha borrado de mi memoria?

¿cómo voy a recordar a quién amé?

¿por qué el tiempo ha borrado los instantes de felicidad

y solo ha dejado algunas rimas gastadas por dolorosos encuentros?

Del río que nos lleva ya solo queda un recuerdo opaco,

hasta me cuesta escribir las palabras de tus últimas risas,

inscripciones suspendidas en el laberinto de la nostalgia,

ahora veo que tu imagen, se eleva por encima de nubes de tristezas.

¿Somos prisionero del tiempo también en el universo?

barrunto a las manillas del reloj avanzar a tientas,

como si quisieran poseer la luz del día,

y mantenernos atrapados en la inmensa oscuridad.

Me gustaría darle vida a los años de tu infancia,

donde la memoria de los días permanece clara,

tengo en mis manos una fotografía perfecta,

la encontré en el desván de la gloría.

Hay imágenes borrosas llenas de intensa emotividad,

suspendidas en la infinidad por el silbido del viento,

lástimas que no estés conmigo ahora en tiempo de paz,

calmadas las tempestades no debemos padecer.

Sin embargo somos escritores sin obras,

bajados de la alta cima,

de la escalera del tiempo,

de nada vale rezar, si morimos en silencio.

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No sabría qué decir

No sabría qué decir

No sabría qué decir

busqué tu amor te lo juro,

pero no estaba seguro,

si tú me querías a mí.

Son tus ojos azulados,

los que penetran en mí,

con pasos precipitados,

no me atormentes así.

Déjame vivir en ti,

tu amor me devora y llama,

para ser parte mí,

y yo parte de tu alma.

Alzose al alba su voz,

con los ojos conmovidos,

llenos de esencias de amor

y de sueños compartidos

Siento tu piel en mi piel,

tus núbiles senos torres de belleza

ese fuego ardiente de tu desnudé,

mi sien alucina, pierdo la cabeza.

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Que hice yo para merecer esto

Que hice yo para merecer esto

Giraba el mundo sin parar, al calor sofocante del desierto, sus misteriosas dunas de arenas abrasadoras, me hacían gritar al cielo, “que mal hice Señor para vivir este infierno”, el sol caía sobre mi cabeza y la asfixia penetraba en mis adentros, cada día los pasos eran mas lentos, había perdido la esperanza de encontrar agua cuando caí desplomada, entonces todo se volvió radiante, y en medio de la noche, mis ojos captaron un rayo de luz blanca, que bajaba de una nube y se introducía en mi cama, entonces percibí su presencia en todas partes de mi cuerpo, te quiero me dijo, de pronto todo se tiñó de luz y su cuerpo desnudo me cubrió de gloria.

Alcé mis ojos al cielo y susurré al firmamento “que hice yo para merecer esto”.

Alguien me había amado y fue algo tan hermoso, que nunca lo podré olvidar.

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Espejo claro de luna

Espejo claro de luna

Llevo tatuado en mis venas,

la cara oculta de la luna llena,

como un claro espejo la luna vertía.

alumbrando un beso, tu boca fue mía.

Visiones cruzadas, llenando el vacío,

en la madrugada del trémulo estío,

la luna naciente estaba a mis pies,

cuando abrí mis ojos no la pude ver.

Y aunque a veces sueño que vive en el cielo,

no soy rapaz de tan altos vuelos,

y en la noche oscura de sombras errantes,

no la olvidaré ni un solo instante.

Tal vez en otra vida de loca alegría,

tendremos romances de noche y de día,

momentos de dicha suprema,

que le den amor a este fiel poema.

Y de repente descubro que su espíritu habla,

palpitan los besos sin voz ni palabras,

es un ser viviente con lumbre de aurora,

es amor creciente que en cielo mora.

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