Viajo
para ver desde arriba,
el
paisaje del viento,
con la
aurora encendida,
del color
de la vida.
Atónito
descubro de repente,
la
primorosa creación.
bajo mis
pies otro continente,
el
triunfo de la ilusión.
Viajo
deslizando mis alas,
con mi
estrella de guía,
y a la
sombra del rayo de luz hago mis escalas,
en la
noche y en el día.
Oigo una cascada
inmensa,
torrente
de caudal se precipita,
con
sonora estridencia,
baja a su
lecho y palpita.
El Ícaro
inmortal surge del pensamiento,
sus alas
se deshacen en lamentos,
los
pájaros cantan,
y de la
luna caen lágrimas de plata.
Copyright © 16/2015/1908