Estupor

Se me caen los párpados,

El sueño entra en un profundo sopor,

El cerebro se hunde,

Caigo en el saco de la noche.

Suspendidas de las nubes,

Aletean mariposas sin vértigos,

Visten a la aurora de raso,

Pierdo la voz y también los brazos,

Los huesos se me enfrían

Veo muchos naufragios,

La sed camina en silencio,

La risa muere en los labios,

El viento ondula la ría.

Se alborotan las lágrimas,

Agonizan los ríos,

Marineros sin barco,

Sin camino y sin luces,

Con los nervios descalzos.

Un frente de ancianas canas,

Desde el balcón del silencio,

Se comen mis manos,

Se hiela mi aliento.

Me desplomo al fondo del tiempo.

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La dependencia del beso

El beso esa dulce flor,

con cuya sutil esencia,

me crea una dependencia,

que no vivo sin amor.

El amor esa criatura,

que alcanza otra dimensión,

porque es la imagen pura,

con razón o sin razón.

No es tan sincero un te quiero,

sin decirlo yo primero,

primero lo digo yo,

y después tu mi lucero.

Aquella noche de anhelo,

En la atmósfera del alma,

Luciérnagas en el cielo,

Que a las estrellas apagan.

Pon tus labios en mis labios,

tu mirada en la mía,

y despierta al corazón

que sueña aún todavía.

Escucha el son del amor,

decidas lo que decidas,

mientras que sientas mis besos,

habrá fuego en tus pupilas.

Flecha hiriente de pasión,

se clavó en el corazón

que no llegó a resistir,

y sufrió tal convulsión

que fue capaz de latir.
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Fresca Juventud

Blancas como serafines,

lozanas bellezas,

flores de jazmines,

fértiles cerezas.

Palpitar de girasoles,

diamantes de mil amores,

sonrisas de corazones,

tentaciones y emociones.

Auroras de amor,

brotes de pasiones,

valles de candor,

desnudos corazones.

Capullitos nuevos,

altar de azucenas,

espíritus puros,

amores de arena.

Nubes de perfil ardiente,

aromas de excelsa brisa,

soles con primera llama,

primavera de sonrisas.

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Amar a la poesía

Por fin llego ese día,

Que encontré a una misteriosa poesía,

En las cristalinas aguas de tus ojos,

Salpicada de hechizos e insinuantes sonrojos.

Unos versos bajaron por las curvas

De tus indescriptibles caderas,

Que abrió sus puertas y de qué manera,

Penetrando en tu vientre y fecundándote,

Todo fue hermoso, yacías en el suelo,

Temblaba la poesía,

Fragancias desprendías,

De finas gotas se cubrió el cielo,

Por fin sentiste la poesía,

Pensar como ella piensa,

Su dulce compañía,

El fuego de sus labios,

Amando al alma mía.

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El beso fugado

He de encontrar el beso fugado,

huido del parque por la lluvia,

cuando hundía mi boca,

con amor infinito,

Pude amar esa noche,

a ese beso fugado,

mi boca llena de amargura sedienta,

al viento que al pasar,

deja su aroma en mi alma insomne,

vaga sin cesar buscando el destino,

de los enamorados,

¿quién lo encontrará?

Se estremecen las ramas en el parque,

me parece imposible,

los secretos de la noche se abren,

a la luz del alba,

Veo su cara y no veo su boca

que me besa, con callados besos,

reconozco al beso fugado,

que teje la ilusión de besar.

Tiembla el viajero perdido,

cierro los ojos y lo cubro con mi boca,

se abren las puertas de su corazón.

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Cumpleaños

Que radiante nace el día,

que cumples un año más,
te deseo que recibas,

un regalo especial,

Todo el amor de los tuyos,

en el fondo de tu ser,

porque eres una gran persona,

y te das siempre a querer.

Ya pasó la primavera,

que te importa ya la edad,

solo gente que te quiera

y te de felicidad.

Quiero que llegue a ti,

mi mensaje más sincero,

que disfrute de este día,

y en los años venideros.

Feliz cumpleaños…

Nico Pozón Nº solicitud © M-001045/2015

** Con todo el cariño a mi amigo Alfonso

La cuarta dimensión

Hay muchas creencias de que al morir viajamos a nuestra estrella de la que procedemos y allí nos trasformamos para volver adaptados al medio que nos tocará vivir de nuevo.

Expertos familiarizados con el tema, muestran opiniones diversas sobre estos seres estelares pero haberlos haylos.

La madre naturaleza está a la espera de que el mundo esté listo para hacer una transición hacia otra dimensión, (la cuarta), la trasformación de la conciencia humana en conciencia superior es decir pasar de una memoria que no mantiene un nexo de unión con otras vidas pasadas a tener una memoria que lo recuerde todo, que no exista una ruptura en el flujo de memoria, “es como ser inmortal”.

El tiempo es diferente en cada nivel dimensional. El tiempo tal como lo vemos y experimentamos a nivel tridimensional es muchísimo más tiempo en la cuarta dimensión.

La mayoría de las personas son conscientes de que la tierra y la galaxia en general se rigen por ciclos de tiempo y estos ciclos lo cambian todo,  es como una nueva regeneración.

En la cuarta dimensión la memoria es la clave de la conciencia superior. Después de la transición todos nosotros nos convertiremos en seres inmortales.

Hace aproximadamente unos 40 años comenzaron a llegar los niños súper psíquicos, el gobierno chino en 1974 fue el primero en advertir de  la presencia de estos niños y comenzó a estudiarlos científicamente, después se han registrado casos en casi todos los países de la tierra.

Un exponente de esta evolución fue la niña, hoy adulta,  Inge Bardor, (mejicana) con unas cualidades excepcionales, puede ver a través de la piel mejor de lo que tú puedes ver con tus ojos.

Son niños excepcionales talentosos que tienen habilidades sobrenaturales, totalmente diferentes a generaciones anteriores con una genética única, seres telepáticos con una especial conexión espiritual e increíblemente intuitivo.

Otros niños muy especiales continúan apareciendo en el planeta Tierra, “los niños estrella” más conocidos por los niños índigos, cristal y arcos iris.

Nacidos en la tierra pero que ya han dado el salto a la cuarta dimensión, disponen de memorias más avanzadas y sus conocimientos son muy superiores a los nuestros, deberían ser los que ayudaran al resto de la humanidad a realizar la transición a la cuarta dimensión.

Estamos viviendo un momento evolutivo acelerado, estamos redescubriendo nuestras identidades auténticas.

Nico Pozón Nº solicitud © M-001045/2015

El castigo de Caín

La tierra tiembla, da miedo,

el pedrisco hizo presa en lo viñedos,

el cielo aterrador,

Caín, Caín, resignado agricultor,

La brújula se ha perdido,

pobres frutales,

duele no ser comprendido,

se perdieron los trigales.

Ya no existe la armonía,

no hay equilibrio en el cielo,

duele de verdad que duele,

duele el terrible aguacero.

Alabado sea el Señor,

con la mirada en el cielo,

se interroga el campesino,

¿a que vino el desatino?.

Que fue de aquellos racimos,

que la tormenta se bebió

de un solo trago,

que a muchos alegraría su vino.

Pobre azahar de los naranjos,

el cielo abrió sus puertas,

para recoger sus frutos,

y nos quedamos sin postre.

Qué alegría en esos trigales,

con sus espigas al viento,

y esas piedras siderales,

lo segaron de momento.

Del  campesino nadie se apiada,

plagas, fuegos, pedrisco, sequias…,

el castigo de Caín,

son su eterna compañía.

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